Lima, 17 de diciembre del año 2015.
Señor:
Leopoldo Mamani Cutipa. Alcalde del
Centro Poblado Menor de Huancho Lima.
Señor: Saturnino Corimayhua: Suma munata
jilata. Achachila masi.
Señora: Gloria Corimayhua Ticona.
Huancho Lima. (Huancané).
Suma munata jilatanaka, kullanaka. Huanchu
waynanaka:
Los saludo con el mismo cariño y fervor
revolucionario aymara de siempre, hoy que se cumple un aniversario más del
ataque y destrucción de la Ciudad de Huancho Lima, Capital de la República
Tawantinsuyana. Se trata de 92 años y es una fecha que no puede pasar
desapercibida para quienes tenemos fe en el futuro del Perú andino y ancestral.
Es verdad que hasta ahora, el significado de la insurgencia de la Nación Aymara
en 1923, no es rememorada en el Calendario Histórico del Perú oficial, eso no
significa que nosotros debemos renunciar a nuestra memoria social y más bien debe
servir de ejemplo para las futuras generaciones.
Los líderes que fundaron la Ciudad de Huancho
Lima, fueron personas absolutamente esclarecidas desde el punto de vista
político como ideológico. Evaristo Corimayhua, Carlos Condorena Jujra, Mariano
Paqo Mamani y Rita Puma, así como quienes dirigieron la construcción de una
sociedad en la que debía imperar la equidad y la plenitud de la justicia
social, aspiraban además a liquidar las formas antisociales de trabajo. En
otras palabras, ellos sembraron la idea de Refundar el Perú, de volver a las
fuentes para construir desde cimientos una sociedad capaz de abolir la pobreza
y coloniedad política, que tanto daño ha hecho al Perú durante la época
republicana.
Sin embargo, hay que decirlo con absoluta
claridad y sentido pedagógico: El Estado Peruano criollo, colonial, secuestrado
y ahora en plena crisis, desde 1923 se ha encargado de realizar un acto
subterráneo de castigo y represalia contra Huancho Lima. Pero también tienen
una enorme responsabilidad histórica, las nuevas generaciones de profesionales
huancheños, que no se interesan por la dolorosa situación social de Huancho
Lima. Ellos deberían articular una cruzada reivindicativa y conseguir para
Huancho Lima, que no solo tenga la adecuada atención que se merece, sino que se
le reconozca como distrito y Capital de la Nación Aymara.
Los historiadores mestizos, hispano
criollos, que han escrito la historia desde el punto de vista limeño-centrista
y a veces academicista, han tergiversado el significado real de una gesta
histórica que tiene un contenido específico: La refundación del Perú, ese es el
mensaje esencial que se debe transmitir a las nuevas generaciones. No se trató simplemente
de una sublevación, sino de acto político destinado a volver a fundar al Perú
desde sus cimientos. Decir que fue una rebelión de campesinos guiados por una
reacción frente a gamonales y abusos de la época, es una verdad a medias y una
mirada histórica que no tiene en cuenta la pedagogía de Fernand Braudel (La larga, mediana y corta duración de la
Historia). Aseverar que solo se trató de cortar la servidumbre, es traicionar
los ideales de quienes quisieron fundar una distinta sociedad. En otras
palabras: Refundar el Perú
Al haberse fundado Huancho Lima,
construido desde sus cimentos piedra por piedra, armado sus paredes adobe sobre
adobe, luego destinado lugares donde debían funcionar las escuelas, colegio y
universidad, fue un hecho que no se ha producido antes ni después en la
Historia Social de América ni de otros pueblos en la Historia de la Humanidad.
Es verdad, en todo tiempo hubo movimientos reivindicativos, pero ninguno
propuso la necesidad de fundar otra ciudad destinada a la Refundación de una
sociedad caduca por otra donde impere la justicia, la libertad, la democracia y
lo que ahora se llama derechos humanos.
En otras palabras, en 1923, en Huacho Lima
se hizo realidad la utopía social. Los aymaras decidieron liberarse de una
República injusta y secuestrada por la oligarquía y el sistema de acumulación
de capital. Lo que hicieron entonces, fue un acto de justicia, una acción reivindicativa cuyo significado, menos mal que
se empieza a entenderse en su real dimensión y proyección histórica. Han sido
importantes los trabajos de Juan José Vega, Pablo Macera, Heraclio Bonilla,
Wilfredo Kapsoli, Carlos Milla Villena, Virgilio Roel Pineda, Edmundo Guillén
Guillén, Alberto Flores Galindo y Hernán Amat Olazábal, entre otros
historiadores que han contribuido para forjar una Historia del Perú con una nueva
visión andina.
Precisamente al hacer llegar a Huancho
Lima, la biografía de Saturnino Corimayhua y cumplir de ese modo con los
derechos de autor que le corresponde, es una oportunidad para expresar mi
especial congratulación, no solo por haber cumplido una promesa y una tarea
histórica. Sino sobre todo por el significado histórico que tiene el contenido
del libro. Si no se hubiera realizado ese trabajo, seguramente que se habrían perdido
gran parte de lo cuenta Saturnino, especialmente en lo que se refiere a la
continuidad en el desarrollo histórico de lo que significa Huancho Lima, para
la historia de la ideas políticas en el Perú.
La edición del libro Saturnino Corimayhua: testimonio de lucha de un campesino del siglo XX,
se debe a la Universidad Nacional del Altiplano de Puno UNA, de modo especial
al doctor José Luis Velásquez Garambel, quien desde que conoció los originales
decidió impulsar su impresión. Pero como esta edición debe tener una mayor
circulación para lectura de aymaras del Perú, Bolivia, Chile y Argentina, la
idea es realizar otro tiraje de por lo menos mil ejemplares. De hecho podrán
contar conmigo para que Saturnino Corimayhua tenga la más amplia audiencia.
Uno de los aspectos más importantes de este
libro, es la contribución para una nueva lectura y visión de las luchas
campesinas en el Perú. Hasta ahora han hablado los escritores e historiados
acerca de “ellos”·. Ahora Saturnino Corimayhua habla de “nosotros” los aymaras.
Sin embargo, ambas vertientes confluyen para completar un corpus
caleidoscópico. De allí la necesidad de rescribir la Historia del Perú, de
repensar y rescatar a tiempo muchos testimonios
que no se deben perder. De allí que el libro acerca de la biografía de
Saturnino, servirá también para que se convierta en texto de lectura esencial
acerca de la cosmopercepción andina.
La Historia del Perú tiene dos vertientes ideológicas
muy bien definidas: una empieza con la Revolución
Social liderada por José Gabriel Túpac Amaru II en 1780. La otra es llamada
Corriente Libertadora cuyo protagonista es el Protector del Perú, general José
de San Martín. La historia de Huancho Lima viene a ser la continuidad del
pensamiento y acción libertaria de Túpac Amaru II. Carlos Condorena propuso que
en la escuela de Huancho Lima se estudiara desde Manco Cápac y los niños sepan
quién fue Túpac Amaru II. Por eso, un
libro de esta naturaleza, está destinado a replantear la historia de los
aymaras.
A pesar de haber vivido muchos años lejos
de Huancané y Huancho Lima, siempre viví
mordido por la nostalgia y la distancia. Mi niñez transcurrió en el campo con niños
aymaras, ellos fueron mis compañeros en la primaria, por eso soy un escritor
que habla y escribe en aymara y español. Esa es también la razón por la que
siento un aymara universal, un escritor heredero de los grandes ideales de
justicia social y distribución equitativa del pan social. Yo sé que hay poetas
y escritores que no les importa el dolor humano, que no se sienten
comprometidos con el destino de su pueblo. Allá ellos y su conciencia que
seguramente nunca les remuerde.
Además de hacer entrega oficial del libro
de Saturnino Corimayhua al pueblo de Huancho Lima, envió la cantidad de 88
ejemplares de un libro de poemas escrito en aymara: Jumampi samkasiña. Soñar contigo. Estos libros están destinados a
la Biblioteca Poblado Menor de Huancho Lima, además, cuando próximamente viaje
a Huancho Lima, podré entregar otros textos de mi autoría. Esta es una
contribución voluntaria, en el entendido de que la biografía de Saturnino
Corimayhua, será también parte de la biblioteca.
Quienes creemos que la Historia es una continuidad
dialéctica de grandes lecciones humanas escritas en las luchas sociales, de
parte de pueblos que deciden conquistar sus derechos, son a la vez pueblos invencibles.
La Historia es una permanente fuente de aprendizaje, es efectivamente la madre
de la vida y los pueblos que no conocen su pasado repetirán los mismos errores,
textualmente como dijera Séneca: Largo es el camino de la enseñanza por
medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos. La gesta de Huancho Lima de 1923, sigue siendo un ejemplo
para seguir teniendo fe en el Perú eterno, más allá de la actual crisis social,
a causa de gobernantes cleptócratas que
solo se dedicaron al saqueo, a la corrupción, al sistemático asalto del dinero
público, al pillaje y al latrocinio del erario nacional.
Queridos hermanos
y hermana de Huancho Lima: Enseñen a sus hijos a conservar la memoria, ejercer
la dignidad humana y reclamar sus derechos humanos. Conserven los saberes
andinos, los valores éticos, morales, cívicos y patrióticos. La enseñanza
oficial ha abolido los cursos destinados a formar ciudadanos libres y con
conciencia crítica. No esperen nada del sistema educativo, de una República
mestiza-criolla, racista, limeño-centrista y discriminatoria. Se trata de una educación con mentalidad colonial que
pretende mantenernos como esclavos posmodernos.
Hace dos años
suscribimos un documento que seguramente no lo conocen, por eso me permito
transcribirlo, es que nunca como hoy tuvo tanta vigencia.
Lima, millasiña markana qillqata, 16 de diciembre del año
2015.
Atentamente.
José Luis Ayala.
DNI: 07201436
Plaza de Huancho Lima, un monumento dedicado a los héroes civiles de
Huancho Lima.
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Manifiesto
Quienes suscribimos el presente documento
público expresamos que al cumplirse 90 años de la destrucción del pueblo de
Huancho Lima, declarado capital de la República del Tahuantinsuyo, no se han
extinguido los ideales de justicia social para las grandes mayorías
empobrecidas del Perú.
A las 9 de mañana
del domingo 16 de diciembre de 1923, se produjo una masacre1 cuyo número de muertos y desaparecidos
nunca se pudo conocer. Los autores intelectuales y materiales de fusilamientos,
actores de robo de ganado y enseres, actuaron al amparo del régimen republicano-colonial
de Augusto B. Leguía.
Después de un
juicio que duró cuatro años, habiéndose encarcelado a los principales
dirigentes sobrevivientes, el diputado civilista Juan de Dios Zalazar y
Oyazábal logró que el 12 de julio de 1927, se aprobara la ley sobre amnistía y
corte de juicios sobre los sucesos de Huancané. Pero ese hecho no logró cerrar
las heridas sociales ni borrar los acontecimientos de la memoria social del
Perú.
El Centro Poblado
Huancho Lima, ubicado en la provincia de Huancané (Puno), carece de elementales
servicios públicos y sociales. Alberga además a una población de niños que
padecen desnutrición crónica2. No hay siquiera una posta de salud a
donde puedan acudir las personas accidentadas o enfermas. Tampoco reciben los
programas sociales del gobierno central.
Sin embargo, transcurridos 90 años de los sucesos de Huancho
Lima, los ideales de refundar el Perú, construir una sociedad pluricultural y
multiétnica con derechos sociales para todos los peruanos, ahora más que nunca
tienen plena vigencia.
Por tanto:
Instamos al Gobierno Regional de Puno, así como a los organismos del Estado
Peruano, atender a los reiterados pedidos formulados por el Centro Poblado de
Huancho Lima, para solucionar los problemas humanos más graves del presente
siglo. Lima, 16 de diciembre de 2013.
Margarita
Corimayhua Carcasi, alcaldesa del Centro Poblado Huancho Lima, (Huancané,
Puno); Saturnino Corimayhua, exsecretario general de la Confederación Campesina
del Perú CCP; Norberto Arapa, presidente de la Asociación residente huancheños
en Lima; Francisco Aracayo Valencia, exalcalde de Huancané; José Luis Ayala;
Rómulo Pari Flores; Vitaliano Gallegos Valdez; Leoncio Sejje; Édgar Sánchez
Guevara; Carmen Luz Ayala; José Luis Ayala Arévalo; Gloria Corimayhua; Leoncio
Mamani Coaquira; Juan Vargas Flores; Vidal Luque Cornejo; José Luis Velásquez
Garambel; Rodolfo Sánchez Garrafa; Fidel Mendoza; Jorge Flórez-Áybar; Guillermo
Vásquez Cuentas; Juan José Vera del Carpio; Julio Abelardo Luza; Rosa del
Carpio; Daniel Quispe Machaca; Gloria Mendoza; Amiel Cayo; Moshó Mashé (Aurelio
Medina); Gustavo Rojas; Etna Velarde; Margot Palomino; Darío Vásquez Saldaña;
Leonel Velarde; Feliciano Padilla; Ana Luisa Ríos González; Kleisy García
Flores; Róger Rumrrill; Leoncio Bueno “Bulmarito”; Hernán Amat Olazábal.
Como buen escritor y poeta de provincia de Huancane, merece elogios y congratulacuiones, para que siga haciendo conocer la realidad y la cultura de Huancho limas y huancaneños.
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