César Vallejo |
Un encuentro con Daniel Saenz More, nieto de Ernesto
More Barrionuevo (1), me ha traído
a la memoria muchos recuerdos que casi había olvidado, especialmente en
relación a Desirée Lieven, Helba Huara, Anaïs Nin, Carlos, Gonzalo y Ernesto
More, por supuesto a César Vallejo y a la bohemia de París de los años 30 del
siglo pasado. Daniel me ha obsequiado el libro de Kyra Saven, cuyo título es: Ma vie m’a beacoup plu (2), texto en francés que en realidad es un testimonio de
Desirée Lieven. Sabine Hargous logró lo que varios cronistas intentamos: grabar
a Desirée varias horas de conversación y después editar un libro (3).
Es posible
leer un capítulo dedicado a Helba Huara, pero no así a César Vallejo, ese hecho
se debe a que no le preguntaron por el poeta peruano, que fue uno de sus amigos
más queridos. No voy a comentar el libro ahora, servirá para escribir en su
momento un texto amplio referente a la bohemia parisina y que será en cierta
forma, la continuación de mi libro: “El cholo vallejo”, publicado en 1994.
La extensa y
fecunda conversación con Daniel Saenz More, me ha servido también para saber
que trabaja un libro sobre su abuelo Ernesto, así como en referencia a Carlos (4) y Gonzalo More (5), naturalmente acerca de Helba Huara (6). Por eso es que ha leído todos los Diarios
de Anaïs Nin (7) y ha tenido
la generosidad de obsequiarme algunos. Debido a Daniel es que ahora conozco
varios pasajes inéditos de Gonzalo More, Helba Huara y además hechos que no se
conocen de Anaïs Nin. Por eso, es posible pensar que su libro será sin duda una
gran revelación.
Helba Huara et Anaïs Nin, Paris 1936 / Foto: Emile Savitry |
Elsa
Henríquez se indignó. Pero en la medida que hablamos se dio cuenta que yo no
tenía el menor interés por hacerle daño a Helba Huara. Me dijo que su madre
estaba indignada “por la barbaridades” que Anïs Nïn había dicho acerca de ella como
de Gonzalo More y otros amigos. Tengo que decirlo, a Desirée no le gustaba
hablar de Vallejo, Carpentier, Artaud, Neruda, Félix Pita Rodríguez, Nicolás
Guillén ni de nadie, no porque casi siempre estuviera presente su compañero
Gerard, sino porque era renuente a contar o referir su amistad con tantos
escritores importantes.
No sé si alguna vez aparezca en sus archivos,
la carta que le escribió Ernesto More a Desirée recomendándome, para que me
proteja a mi llegada a París, el mes de abril del año 1971. De no haber sido
Desirée y Esperanza Rodríguez Rodríguez, hubiera sufrido en París mucho más,
sin duda hubiera muerto. Esperanza me encontró, un día domingo, por pura
casualidad en mi cuartito de estudiante del bulevar Raspail, ubicado en la Barrio Latino o de
los intelectuales, padeciendo una aguda peritonitis y al verme grave, me llevó en
un taxi al Hospital Internacional de París, donde me operaron de urgencia. A Yaqueline
Weller Odin (9) la
conocí en Puno, cuando ejercía la dirección de la Biblioteca Municipal
Pública, fue ella quien me animó a viajar a París, debo reconocerlo en honor a
la verdad.
No me
olvidaré cuando escriba el libro que tengo proyectado, de reproducir mis
conversaciones a cerca de Vallejo con Helba Huara, sobre todo con Alejo
Carpentier, Pablo Neruda y José Macedo Mendoza (10), por supuesto todo lo que dijeron tanto Rayka como la petit Yaqui (11) dos mujeres adultas
y generosas, amigas de Desirée, a quienes había olvidado casi por completo. Mi
desencuentro con Georgette Vallejo delante de César Calvo, tengo también que contarlo.
Está todavía pendiente mi lectura al libro de Carlos Calderón Fajardo, quien ha
publicado La noche humana, claro que
se trata de un libro de ficción, pero está relacionado al tema. Voy a conseguir
otros libros de Anais Nïn para una visión más amplia.
A Ernesto
More lo conocí en Puno, en el mes de febrero del año 1968, llegó en compañía de
José María Arguedas, Josafat Roel, Alicia Maguiña y Carlos Jaire, como parte
del jurado para calificar un concurso de danzas puneñas (12), aunque antes ya habíamos cruzado varias cartas. Una
noche, en la casa de Mateo Jayka, nos reunimos para ofrecerle a tan distinguida
delegación, una velada literaria y fue así que me hice amigo de Ernesto. No
sabía que con el paso del tiempo me convertiría uno de los escritores puneños
más cercanos a él, sino que además me narrara algunas anécdotas de Vallejo, que
no había alcanzado a escribir.
Precisamente,
Ernesto More, fue uno de los primeros biógrafos de Vallejo, quien publicó en
1954 el libro: “Huellas humanas” (13) en el
que le dedica al poeta nacido en Santiago de Chuco, varias páginas llenas de
humanidad, anécdotas y recuerdos. El libro tiene una dedicatoria que dice: “A
la memoria de mi hermano Carlos” (14). Carlos
aparece en una foto con Vallejo, la única en la que el poeta sonriente, celebra
en París, la llegada del año nuevo. Pero, ¿por qué se fue Vallejo precisamente
a París? Se fue contra su voluntad, porque si se quedaba nuevamente hubiera
sido encarcelado, sin duda se hubiera frustrado y no hubiera alcanzado a
desarrollar su talento, pese a las adversidades y angustiosa vida que llevó en
calidad de perseguido por la (in)justicia peruana, en París.
Pero vamos a
abreviar el texto y de hecho, decir que la primera vez que llegó de Trujillo a
Lima fue en 1917 y la vida para Vallejo, como para todo provinciano, fue durísima.
Pero trabajó como profesor y logró publicar en 1919 y no en 1918 como señala la
edición: Los heraldos negros (14), libro que debía llevar el prólogo de Abraham
Valdelomar, muy solicitado crítico, comentarista y prologuista de entonces. La
crítica hispano criolla no dijo nada, aunque no faltaron quienes al no entender
la poesía de Vallejo, prefirieron ningunearlo, acción muy arraigada en nuestro
medio cuando aparece un escritor incómodo y que no se adapta al canon de la
cultura dominante.
El 27 de
abril de 1920 viajó muy entusiasmado acompañado de su amigo Juan Espejo
Asturrizaga (15) en el
vapor “Aysan” y desembarcaron en el puerto de Saleverry, luego se trasladaron a
Trujillo. Vallejo decidió viajar a Santiago de Chuco en el mes de mayo y luego regresó
a Trujillo el 3 de julio. Pero volvió a su tierra natal para presenciar la
fiesta patronal de Santiago, el mayor (16), donde estuvo muy contento de verse rodeado de amigos y parientes.
Pero desgraciadamente, como producto del consumo de alcohol, desbordes y
habiendo rencillas citadinas entre grupos de poder y familias dominantes, en
plena celebración se produjo una asonada, ataque e incendio a la tienda y casa
de la familia Santa María. Injustamente enjuiciado, fue apresado en la casa del
abogado apellidado Ciudad, en Trujillo, de frente a la cárcel, el 6 de
noviembre de 1920 y liberado recién el
26 de febrero de 1921, habiendo asumido su defensa el abogado Carlos Godoy. En
total permaneció 112 días sufriendo una encarcelación injusta.
Una amplia
información aparece en el libro: “El proceso Vallejo” cuyo autor es Germán
Patrón Candela (17). Nosotros tuvimos acceso al expediente original que estaba
en los archivos de la Corte Superior
de Trujillo, debido a la gentileza del poeta Marco Antonio Corcuera (18), quien era además de un distinguido poeta, un abogado
de mucho prestigio. Sobre este tema Eduardo González Viaña, ha publicado una
novela titulada “Vallejo en los infiernos” (2008), se trata de un texto de
ficción, en el que narra el padecimiento de Vallejo en la cárcel de Trujillo.
Sin embargo, en las peores condiciones, en un ambiente deprimente e insalubre
como fue su celda, por cuyo piso transcurría el desagüe de la cárcel, como se
recordará Vallejo escribió el libro “Trilce” (19).
El fiscal
Dr. Francisco Quiroz Vega, en las conclusiones que presentó ante el tribunal,
involucró a Manuel y a César Vallejo. El texto en una parte dice: “En la causa
seguida contra Héctor Vásquez, Oscar Jiménez, Benjamín Ravelo, etc., etc.
Manuel y César Vallejo, etc., etc.”, “por motín, daños, homicidio frustrado e
incendio, en perjuicio de Carlos Santa María y su madre Carolina Aranda, Fidel
Castañeda, Augusto Paredes y Federico Cueva, el fiscal que suscribe propone las
siguientes cuestiones de hecho:
Primero:
Está probado que en la tarde del primero (sic) de agosto de 1920, después de
haber dominado el pueblo de Santiago de Chuco la sublevación de los gendarmes
de la provincia que se rebelaron, dando así auxilio a la autoridad,
aprovecharon el desamparo en que ésta quedó por tal suceso para cometer graves
desórdenes a pretexto de perseguir al alférez Carlos Dubois de esta fuerza que
se ocultó de miedo”
Luego, en el duodécimo parágrafo dice: “Está probada
la presencia entre los amotinados de Vicente Jiménez, Manuel y César Vallejo y
Telésforo Paredes, sin que conste que esa presencia haya estado acompañada de
actos de fuerza secundando a los amotinados, más bien que acompañando al
subprefecto en tal conflictiva circunstancia”. Fecha, 10 de octubre de 1921.
En la sentencia del 21 de octubre de 1921, se
lee: “Por estos fundamentos expidieron la siguiente sentencia:… Absolvieron al
enjuiciado en libertad César A. Vallejo, acusado tan solo por los delitos de
asonada y daños”. Pero la familia Santa María persistió en seguir con el juicio,
por lo que Vallejo fue citado varias veces y cuando se enteraron que se encontraba
en París, el tribunal de Trujillo envió varios exhortos tanto a la Embajada del Perú en
París como a Madrid, para que Vallejo de todas maneras se presentara al juicio
en su contra. Por supuesto, si el poeta viajaba a Trujillo para volver a responder
los cargos, lo iban a tomar preso otra vez. A pesar de haberse demostrado su
inocencia, la familia Santa María presionó para que a Vallejo de todos modos lo
encarcelaran a como diera lugar.
Por todos
estos antecedentes y hechos, Vallejo decidió irse del Perú. Pero mucho más
debido a su desconfianza en el Poder Judicial, porque no era ni es una
institución que garantice una recta como oportuna administración de justicia.
En 1921 regresó a Lima con esa amarga experiencia que se tradujo después en un
texto acusatorio: “El momento más grave de mi vida fue en una cárcel del Perú”.
Vivió precariamente en el jirón Quilca, donde conoció a Juan José Lora y asistió
a la coronación del poeta José Santos Chocano, declarado “Cantor de América”
por el nefasto régimen de Augusto B. Leguía (20). En 1922 editó Trilce,
sobrevivió en la calle acequia alta Nº 425, época en que se conoció con Ernesto
More, Juan Espejo, Francisco Sandoval, Adán Felipe Mejía llamado “El
corregidor” (21).
Hastiado de ser acechado para convertirlo en fresca carne de cárcel, decidió
exilarse, huir de la injusta justicia peruana, antes de volver a sufrir la
humillación que ya había experimentado antes.
Así, el 17de junio de 1923, se embarcó con
destino a Europa en el vapor “La
Oroya” debido a la generosidad del “Chino” Julio Gálvez
Orrego y el 12 de julio llegó a Francia, el día 13 estuvo en París. Inmediatamente
se alojó en el Hotel Carlton (22) ubicado
en el bulevar Raspail 207. Poco se sabe acerca de esta persona que salvó a
Vallejo. Según Reynaldo Naranjo (23) “El ‘Chino’
Gálvez, pertenecía al Grupo Norte.
Cajamarquino, sobrino de Antenor Orrego, fue todo un personaje en el barrio
Mansiche de Trujillo. Su pasaje a Francia de primera clase en el vapor La oroya lo cambió por dos de tercera
clase para invitar a Vallejo. Murió fusilado en Madrid por las fuerzas
franquistas” (24).
Pero antes de
embarcarse, Vallejo decidió escribirle a su amigo el Dr. Godoy, para que
supiera su determinación. La carta dice así:
Lima, 16 de
junio de 1923. Señor doctor Carlos C. Godoy.- Trujillo.- Mi querido doctor:
Mañana me
embarco con rumbo a París. Ahí espero las gratas noticias de usted, con sus
mejores anhelos de que ellas me digan siempre de su buena conservación y la de
su digna familia. Habría querido bajar, a mi paso, en Salaverry, más
lamentablemente no toca el “Oroya” en ese puerto y me quedo con la mano en el
aire, sin alcanzar estrechar las de los poquísimos amigos que como usted, ocupan
mi corazón. Qué vamos a hacer. Ya lo haré a mi regreso.
Me permito
rogarle, si es que ello no le distrae mayormente, tenga la bondad de dar un vistazo
por el expediente sobre el juicio de agosto, el que, según me notician, ha
vuelto al tapete negro del Tribunal de Trujillo. Hágalo, doctor, por mi ausencia y por la tranquilidad de los
míos, por cuya suerte me voy inquietando acerbamente. Yo se lo agradeceré con
toda mi alma.
Ya le
escribiré sobre el particular, de Santiago, y en todo caso, mis hermanos se
dirigirán a usted, en su oportunidad.
Mis
respetuosos saludos para la señora, hermanos y niños, a todos los cuales recuerdo
con fervorosa gratitud, y usted reciba un afectuoso abrazo de su amigo.
César Vallejo (25)
Sin embargo, mientras Vallejo vivía en París,
el juicio en Trujillo seguía su curso. Escribía para algunas revistas,
esperando que le pagaran por sus colaboraciones, pero nunca recibió nada.
Repentinamente recibió una carta de su hermano, por lo que se apresuró a
escribirle a Godoy.
Hotel Richelieu
20, Rue Moliére – París, le 7 de junio 1926.
Señor Dr.
Carlos C. Godoy – Trujillo.
Mi querido
doctor:
Hoy me ha
sorprendido una carta de mi hermano Víctor en que me dice que el Tribunal de
Trujillo ha ordenado mi captura. No sé cómo explicarme esta orden tan
inesperada. Me apresuro a rogar a usted, me haga el favor de ver allí de qué se
trata, y luego le ruego avisármelo cuanto antes. Me quedo lleno de inquietud,
puesto que sé que todo es posible en materia judicial.
De todos modos, le suplico me haga un cable si es
posible, con esta dirección: “Américo Vallejo París” y luego el texto.
Si no le es
muy molesto avísele, sobre todo, a mi hermano Néstor, a fin de que vea la
manera de actuar cerca de quien sea, en mi favor. Mientras recibo noticias de
usted, inolvidable y generoso amigo, me quedo presa de angustioso sobresalto.
Le abraza de
todo corazón su agradecido e invariable amigo.
César Vallejo. (26)
Los exhortos
dirigidos a Vallejo deben obrar en algún archivo, pero el doctor Godoy tuvo a
su cargo la defensa de Vallejo de modo gratuito. Vallejo le escribió muy
preocupado a Godoy frente a la carta de su hermano Néstor. El tribunal insistió
hasta el último momento para que se presentara, por lo que Vallejo decidió
adulterar su nombre para no ser identificado, mientras vivía precariamente en
París. La carta dirigida al doctor Godoy dice:
Les Grands Jouxnaux Ibero – Americains –
París, 15 de agosto 1926.
Señor
doctor Carlos Godoy. Trujillo.
Mi
querido doctor:
Agradezco
a usted mucho su cablegrama y su atentísima carta en que me dice que no tenga
cuidado sobre el juicio de Santiago de Chuco. Sus noticias han venido a calmar
mi inquietud, pues estaba yo muy atormentado.
Los gastos
que está usted haciendo, sírvase pasarlos a mi hermano, a fin de que sean
reembolsados en el acto.
Siempre he
contado con la firme gentileza de usted, doctor, y sobre todo con la desinteresada
atención y el sincero afecto que me dedica usted en cuanto se refiere a mi
vida. Mil gracias. Son finezas que yo no olvidaré nunca.
Le ruego
presentar mis respetos a toda su digna familia y a usted reciba el cariñoso
abrazo de su agradecido amigo.
César
Vallejo. (27)
Fue así cómo
es que Cesar Abraham Vallejo Mendoza, decidió llamarse Américo Vallejo París,
para que no le llegaran directamente a él los exhortos ni notificaciones
judiciales. Ese hecho traduce el odio del Perú oficial a la inteligencia, al
talento, a quienes no aceptan convertirse en sumisos escritores que deben repetir
las imposiciones del poder mediático y del sistema. Vallejo debió haber sido el
primer escritor peruano en recibir el Premio Nóbel de Literatura. Pero no, “le
dieron duro sin que él les haga nada”.
1. Ernesto More Barrionuevo (Puno, 21 de enero
de 1889 - Lima, 8 de febrero
de 1955).
Periodista,
escritor,
poeta, ensayista
y político, en el periodismo fue donde se desenvolvió con un extraordinario talento.
Amigo de Vallejo tanto en Lima como en París. Sus textos en referencia al poeta
son realmente extraordinarios.
2. Kyra Saven.
Ma vie m’a beacoup plu. Denoël,
1984. París.
3. Desirée durante
los años que frecuenté su casa se negó a conceder entrevistas a varias personas
que se lo solicitaron, por eso este libro es francamente sorprendente.
4. Carlos More. Pintor
y grabador, creó la primera cooperativa textil campesinas en Vilquechico, (Huancané),
antes que los revolucionarios bolcheviques y le corregía los poemas a su amigo
Oquendo de Amat. En Lima expuso con su mujer Margoth en el Salón de los
Independientes de 1937, fue uno de los amigos más cercanos de Vallejo en París,
hasta que regresó al Perú.
5. Gonzalo More Barrionevo. Nació en Puno,
a fines del siglo XIX, sus padres eran dueños de la hacienda Miraflores: Julia
Barrionuevo Arnillas y Federico More Ruiz (prefecto y hermano de Juan
Guillermo, héroe de la Guerra
del Pacífico que murió en Arica con Bolognesi). Se casó con la bailarina
cusqueña Helba Huara (madre de la artista y diseñadora Elsa Enríquez, quien se
casó con el pintor y fotógrafo francés Emile Savitry). Dotada para ejecutar danzas
quechuas. Viajaron como representes del Nuevo Mundo, primero por Centroamérica
y luego por Estados Unidos representando obras de su propia creación. Años
después llegaron a Francia.
6. Anais
Nïn. (Neuilly-sur-Seine, Francia,
21 de febrero
de 1903 - Los Ángeles, 14 de enero
de 1977), escritora
estadounidense
de padres cubanos. Después de haber vivido en su temprana infancia con sus familiares
cubanos, se naturalizó como norteamericana; vivió y trabajó en París, Nueva York
y Los Ángeles.
Autora de novelas de vanguardia al estilo surrealista francés. Se relacionó con
personajes del mundo artístico, literario y de la psicología como Henry Miller,
Antonin Artaud,
Otto Rank,
Edmund Wilson,
Gore Vidal,
James Agee
y Lawrence Durrell.
7. Diarios de Anaïs Nin. Se han publicado
siete libros con este título.
8. Félix Pita Rodríguez. (Bejucal,
La Habana
(Cuba), 18 de febrero
de 1909 – La Habana,
19 de octubre
de 1990).
Escritor,
poeta, periodista,
narrador
y crítico. Autor de libros como San Abul de
Montecallado, 1945, Corcel de Fuego, 1948, Tobías, 1955, Las
Crónicas. Poesía bajo consigna, 1961, Las Noches, 1964, Historia
tan natural, 1971, Niños de Vietnam, 1974, Poesía y Prosa
1976, La Pipa
de Cerezo, 1987 entre otros. Laureado en 1946 con el Premio Internacional «Hernández Catá»
con su relato Cosme y Damián.
9. Yaqueline Weller Odin. Lingüista
francesa, falleció en el mes de junio del 2012, en París.
10. José Macedo Mendoza. Político puneño,
amigo de César Vallejo.
11. Rayka como la petit Yaqui. Amigas de
Desirée quienes sabían todo cuanto no contaba Desirée.
12. Con esa ocasión
José María Arguedas escribió un texto sobre las danzas puneñas.
13. Ernesto More. Huellas humanas. César Vallejo, El corregidor, José María
Eguren, Domingo Martínez Luirán José Santos Chocano. Editorial San Marcos,
1934, Lima.
14. Los
heraldos negros. Vallejo se quejó amargamente de que su libro no fuera
comentado.
15. Juan
Espejo Asturrizaga. (Lima, 8 de julio
de 1895 -
Lima, 29 de octubre
de 1965):
Narrador,
poeta, periodista
y docente. Integró el Grupo Norte de Trujillo,
gran amigo de César Vallejo, de quien escribió una biografía de su etapa
peruana: César Vallejo: Itinerario de un hombre (Lima, 1965).
16. Santiago, el
mayor. A este Santo se le festeja en Santiago de Chuco en el mes de julio
17. Germán Patrón Candela, nació en Puno, Perú, el año de
1917. Fue docente y se graduó como abogado en 1947, realizando sus estudios de
Post Grado en las Facultades de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires-Argentina en 1960 y en la
Universidad de San Marcos en 1965; obteniendo el título de
Doctor en Derecho el año 1968 con la tesis “Modelo de Código Tributario para
América Latina”. Admirador de Vallejo, instituyó las llamadas “Tertulias con
Vallejo” donde cada uno de los integrantes o invitados especiales vertían
apreciaciones diversas sobre la vida del poeta Santiaguino.
18. Marco
Antonio Corcuera. Contumazá (Cajamarca) el 19 de noviembre de 1917. Estudió Letras en la Universidad Nacional de Trujillo y Derecho en
la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. En 1940 obtuvo una Mención Honrosa en los Juegos Florales
Universitarios de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, distinción
recibida de manos de “El poeta de la juventud”, José Gálvez Barrenechea. En
1941 editó en la ciudad de Lima los primeros números de Cuadernos
Trimestrales de Poesía, con un grupo de poetas conformado por Julio Garrido Malaver, Mario Florián Díaz, Luis Carnero Checa,
Guillermo Carnero Hoke, Eduardo Jibaja, autodenominándose poetas del pueblo. En
1950 editó en la ciudad de Trujillo, la segunda versión de Cuadernos
Trimestrales de Poesía, conjuntamente con los poetas Horacio Alva Herrera,
Wilfredo Torres Ortega, Carlos H. Berríos y Héctor Centurión Vallejo, tomando
el nombre el grupo literario de Grupo Cuadernos Trimestrales.
19. Trilce.
Este libro fue escrito durante la carcelería de Vallejo.
20. Augusto B. Leguía. (Lambayeque,
19 de febrero
de 1863 - Callao, 6 de febrero
de 1932), político,
ejerció la Presidencia Constitucional del Perú durante cuatro
períodos: 1908-1912; 1919-1925 (con un período transitorio previo); 1925-1929;
y 1929-1930. A
los tres últimos períodos, que suman once años consecutivos, se les conoce
globalmente como el Oncenio. En total gobernó 15 años.
21. Adán Felipe Mejía. Nació en
Límale 22 de setiembre de 1864 y falleció el 5 de mayo de 1948. Llamado “El corregidor”, fue autor del libro
“Ayer y hoy”
22. Hotel Carlton. El alojamiento en París
siempre ha sido caro, según los amigos de Vallejo, el “Chino” Gálvez le dejó
“una reserva” para que el poeta sobreviviera por unos días.
23. Reynaldo Naranjo. César Vallejo en el siglo
XXI. Universidad César Vallejo. Pág. 143. Lima 2012.
24. Falta hacer un
trabajo de investigación sobre 2l “Chino” Gálvez, sí como de los peruanos que
participaron en la guerra civil española, defendiendo la causa de la República.
25. Ernesto
More. Huellas humanas. Editorial San Marcos, pág 46. 1934, Lima.
26. Ernesto More. Huellas humanas.
Editorial San Marcos, pág 47. 1934, Lima.
27. Ernesto More. Huellas humanas. Editorial San Marcos, pág. 48. 1934,
Lima.
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