Con ocasión del Bicentenario de la
Independencia del Perú, ocho peruanos de distintas épocas y mentalidades son
nuevamente estudiados, revalorizados y citados: El inca Garcilaso de la Vega,
Felipe Huaman Poma de Ayala, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, Jorge Basadre, José
Carlos Mariátegui, Guillermo Lohomann Villena,
Edmundo Guillén Guillén y María Rostworoswski. Se trata de distintas
personalidades que han influido para tener una visión del pasado. Pero ahora,
para entender mejor al Perú esencial y tratar de diseñar un proyecto histórico
para el futuro, sin ellos y otros importantes escritores, intelectuales,
investigadores y científicos sociales, no tendríamos los conceptos que se ha elaborado acerca del Perú.
Sin embargo, la percepción estructurada en
referencia a la historia del Perú, depende de las fuentes históricas a las que
se tenga acceso, formación intelectual, sea académica, multidisciplinaria como autodidacta
disciplinado. Mucho tiene que ver el compromiso ideológico del escritor como
los instrumentos de análisis. Fue Fernand Braudel a través de Los Annales que introdujo el concepto de
la “larga duración de la historia”, y es preciso tener en cuenta entre otros temas,
los cambios climáticos y grandes fluctuaciones del capitalismo. Afirma que la
coyuntura es una situación especial que permite conocer las circunstancias de
los hechos, más allá de las estructuras. En lo que se refiere a los eventos de
la historia, postula la importancia de los acontecimientos, concepto que fue
cambiando en la medida que maduró y desarrolló su teoría. Debido a Braudel, sabemos
que un texto de historia debe tomar en cuenta la economía y poder político. De
modo que la historia total no es solo una teoría sino una metodología. Así, no
se puede estudiar la historia sin conocer la geografía y convergencia de las
ciencias sociales. Para Braudel es esencial distinguir los distintos tiempos de
la historia, tomando en cuenta además la geo-historia, como “economía-mundo
versus economía mundial”.
Estos conceptos aplicados a los Comentarios reales de Garcilaso de la
Vega, permite afirmar que todos los actores de la historia de las ideas,
conocieron su libro y tuvo en ellos una notable influencia. En efecto, los Comentarios reales publicados en Lisboa
en 1609, se refieren especialmente al período preincaico como incaico, después
se refirió a la colonia. Garcilaso empezó a recopilar datos y documentos desde
1586, así como cartas y testimonios de personas mayores radicadas en Cusco. Sin
embargo, el hecho de haber vivido durante 20 años en el Perú, hablar quechua y
recibido una formidable memoria social de parte de su madre Isabel Chumpi
Ocllo, le permitió reconstruir después una visión en referencia al asalto del
reino de España al sistema de administración incaica del Tahuatinsuyo. Muchos historiadores
prohispanos repiten la palabra conquista, lo que resulta ahora una impostura.
El filósofo Edgar Montiel, ha demostrado a
través de diversos trabajos que el Inca Garcilaso, influyó notablemente en la
visión de los independentistas, quienes leyeron las primeras ediciones y convencieron
que se trataba no solo de un libro de Memorias, sino de un alegato político destinado
a liberar a los pueblos americanos oprimidos, conseguir la independencia y
acabar con el coloniaje. Leyeron a Garcilaso Francisco de Miranda, Simón
Bolívar, José de San Martín. El creador de la Biblioteca Nacional del Perú,
Bernardo Monteagudo regaló una colección de los Comentarios reales, pertenecientes a su colección particular. También
leyó a Garcilaso, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán. El caso de José Gabriel Túpac
Amaru II es extremadamente importante, porque después de asesinarlo, la corona
española prohibió se leyera los Comentarios
reales, mandó a requisar los textos que circulaban y tomó duras represalias.
Sin duda, Garcilaso influyó en la formación
del concepto denominado Derecho natural y formación de una
ideología revolucionaria que ahora se llama desconización política. Como
asevera Edgar Montiel, Garcilaso influyó en las propuestas de los utopistas y
movimientos ilustrados de Europa y tuvo entre sus lectores a Jhon Locke, Bacon, Montesquieu,
Voltaire, Direrot, Francoise de Grafigny, Marmontel. Un gran lector de
Garcilaso fue Manuel Belgrano, quien influyó para que Juan Bautista Túpac Amaru, hermano de José Gabriel Túpac
Amaru II, fuera trasladado de la prisión de Ceuta (España-África) a Buenos
Aires y encargarle la administración de la Patria Grande. Belgrano fue
derrotado por la burguesía mercantilista portuaria, pero Juan Bautista escribió
sus Memorias que deberían ser leídas en escuelas y colegios del Perú.
Hay un hecho que es preciso comentar, se
hablará con insistencia acerca del pasado y muchos traumas históricos nunca debidamente
explicados y, hasta ahora, no superados. Si no tratamos este tema con fuentes
históricas fehacientes, si no valoramos a quienes se han dedicado a realizar
nuevas investigaciones de historia, estamos condenados a repetir una versión falsa,
distorsionada y en algunos casos humillante. Nadie puede negar que la historia
oficial suministrada en la primaria hasta la universidad es una versión prohispana
y forma una mentalidad derrotista. Bastaría con citar un concepto letal: La
conquista del Perú, cuando se trató de una invasión a un territorio ajeno a
España. Se llama Cuarto del rescate y muerte de Atahualpa, a la primera
extorsión y asesinato legal de un gobernante incaico. En fin, esa historia resulta
vergonzante del modo como se presenta. Tomaría mucho tiempo analizar esa persistente
visión negativa del sistema educativo peruano.
No obstante, los cursos de Historia del
Perú en su mayoría se alimentan de textos de Garcilaso de la Vega. Por ejemplo,
un tema puntual es la invasión hispana al territorio americano llamado
Tahuantinsuyo. Con razón Virgilio Roel Pineda, tituló a uno de sus libros: Ataque e invasión del imperio hispano al
Perú de los incas. Los españoles efectivamente invadieron el Perú en busca
de oro y plata, llegando el 15 de noviembre de 1532 a Cajamarca. Pero tomando
en cuenta el concepto de Braudel referente a la larga duración de la historia,
se trata solo de un capítulo más en la Historia del Perú y de ninguna manera de
una historia aparte, distinta, separada, desvinculada de las culturas peruanas
anteriores. Cuando se dice América prehispana, la idea es separar en dos la
memoria social para imposibilitar una visión total crítica del pasado. Un
pueblo que no conoce su historia como larga duración de la memoria colectiva,
está condenado a pensar por parcelas e imposibilitado de elaborar una visión
totalizadora y menos crear un proyecto histórico continuo, para el futuro.
Un tema en el que desgraciadamente se repiten
los mismos errores, es el referente al
enfrentamiento entre los hermanos Huáscar y Atahualpa. No han faltado
historiadores como el ecuatoriano Neptalí Zuniga, quien en su libro Atahualpa o la tragedia de Amerindia 1 afirma que
Atahualpa nació en Quito y que la llamada guerra civil, ha sido entre
ecuatorianos y peruanos. Así como él hay varios historiadores que maltratan a
Huáscar como Atahualpa. Lo cierto es que Atahualpa no fue reconocido como inca
sino como incaq Rantin, es decir como
administrador en representación de su hermano Huáscar.
Pero veamos qué dice Garcilaso de la Vega. “Huayna
Cápac, sintiéndose muy mal, hizo
llamamiento de los hijos y parientes que
tenía cerca de sí y de los gobernantes y capitanes de la milicia de las
provincias comarcanas que pudieran llegar a tiempo y les dijo:
Yo me voy a descansar al cielo
con Nuestro Padre el Sol, que días me reveló que de lago o de río me llamaría,
y pues yo salí del agua con indisposición que tengo, es señal que nuestro padre
me llama. Muerto yo, abriréis mi cuerpo, como se acostumbra hacer con los
cuerpos reales; mi corazón y entrañas, con todo lo interior, mando se entierre
en Quito, en señal de amor que le tengo, y el cuerpo, llevaréis al Cusco, para
ponerlo con mis padres y abuelos. Encomiéndoos a mi hijo Atahualpa, que yo
tanto quiero, el cual queda por inca en mi lugar en este reino de Quito y en
todo lo demás que por su persona y armas ganare y aumentare a su imperio. Y a
vosotros, los capitanes de mi ejército, os mando en particular lo sirváis con
la diligencia y amor que vuestro Rey debéis, que por tal os dejo, para que en
todo y por todo le obedezcáis y hagáis lo que os mande, lo que revelaré por
orden de nuestro Padre el Sol.
Hecha esta
plática y a sus hijos y parientes, mandó llamar a los demás capitanes y curacas
que no eran de sangre real, y les encomendó la fidelidad y el buen servicio que
debía hacer a su Rey, y a lo último les dijo: Muchos años ha que por revelación de nuestro Padre el Sol tenemos que, pasados
doce reyes de sus hijos, vendrá gente nueva y no conocida a estas partes, y
ganará y sujetará a su imperio todos nuestros reinos y otros muchos, yo me
sospecho que serán los que sabemos que han ando por la costa de nuestro mar;
será gente valerosa, que en todo, os hará ventaja. También sabemos que se cumplirá el número de los doce incas. Les certifico
que pocos años después yo me haya ido de vosotros, vendrá aquella gente nueva y cumplirá lo que
1.-
Neptalí Zuniga. Atahualpa o la tragedia
de Amerindia. Ed. Américalee. Buenos Aires, 1945.
Nuestro Padre el Sol nos ha dicho y
ganará nuestro imperio y serán señores de él”. 2
Edmundo Guillén Guillén,
desgraciadamente murió muy joven como ocurrió con Alberto Flores Galindo y
Alfonso Quiroz; sin embargo, cada uno cumplió con dejar una obra breve pero
fecunda. Guillén Guillén insistió en la necesidad de refundar el Perú e
instituir una República Andina. Precisamente su ensayo Wáskar Thupa Kusi Wallpaq. El inca trágico, trata acerca de la
llamada guerra civil, pero a diferencia de muchos historiadores, demuestra que
Atahualpa ni Huáscar pretendieron dividir el sistema político de administración
incaica. Se trata de una versión fehaciente en referencia a la geopolítica de
entonces, Huayna Cápac tampoco determinó que el Tahuantinsuyo se desmembrara.
Pero así es el curso de historia, si los españoles llegaban a Cajamarca uno o
dos años antes o después, no hubiera ocurrido el ataque, asalto, prisión,
extorción ni asesinato de Atahualpa.
Edmundo
Guillén Guillén dice: Una tesis históricamente inexacta popularizada en
nuestros textos escolares, es aquella que sostiene que el moribundo
febricitante Huayna Cápac dividió el imperio entre sus dos hijos, señalando al
primero las comarcas quiteñas y al segundo la mayor extensión del imperio,
desde la tierra de los kañaris hasta las lejanas tierras de los araucanos.
La tesis, además de falsa, es nociva para la interpretación histórica de
esta etapa trascendental del imperio. Aceptar esta impostura sería deformar la
interpretación histórica del
régimen unificador de Huayna Cápac y
alterar la situación política del gobierno de Huáscar Inca. Huayna Cápac
resultaría así, absurdamente, un monarca negligente e imprevisor y Huáscar inca,
cruel, ambicioso e impetuoso que pretendió para sí la parte de su hermano Atahualpa.
Esta ingrata tesis, recogida incidentalmente por los primeros cronistas,
Agustín de Zárate y López de Gómara, desgraciadamente, fue popularizada por
nuestro compatriota el mestizo Garcilaso de la Vega, dándole toda la apariencia
de verdad al extremo que éste error, se sigue manteniendo en los propios textos
escolares, lo que es más grave en los aprobados oficialmente. 3
En efecto, el inca Huayna Cápac nació hacia
1485 en Tumibamba, territorio que ahora pertenece al Ecuador y se llamaba Tito
Cusi Haullpa. Fue hijo de Túpac Yupanqui y Mama Ocllo, habiendo quedado
huérfano de padre, asumió el cargo a los 16 años. Durante su gobierno tuvo que
reprimir a los habitantes del Chinchaysuyo, cañaris, huancas, Chachapoyas,
caranques, tallanes y, tumpis llegando a dominar la región de Pasto y Colombia.
Murió a causa de una epidemia en 1527, sus descendientes formaron el Tumipampa
Panaca. Se caracterizó por ser un gobernante duro y tolerante a la vez. Permaneció
mucho tiempo en Tumipampa y Quito para
consolidar el Tahuantinsuyo. No para establecer otra capital, sino para construir
una élite capaz de administrar un
extenso territorio.
2.- Inca
Garcilaso de la vega. Los Comentarios
reales. Capítulo VII. Testamento y
muerte de Huayna Capac y el pronóstico de la llegada de los españoles. Editorial
Mantaro. Págs. 185, 186. Lima. 2012.
3.- Edmundo
Guillén Guillén. Ensayos de Historia
Andina. 1. Los incas y el inicio de la guerra de reconquista. Academia de
Historia del Perú Andino. UAP. Pág. 131 2005. Lima.
El inca Garcilaso afirma que en un
principio, Huáscar y Atahualpa, gobernaron sin problemas y se entendieron como
hermanos gobernantes, hasta que las panacas de Quito y Cusco, empezaron a tener
celos y azuzaron un conflicto que no debió haberse producido nunca. Sin embargo,
como la historia no tiene reglas ni
patrones y nunca ninguna se parece a otra, finalmente se vieron
envueltos en una guerra fratricidas que nunca desearon los hermanos.
El inca
Garcilaso dice al respecto: Muerto Huayna
Cápac, reinaron sus dos hijos cuatro o cinco años en pacífica posesión entre sí
el uno con el otro, sin hacer nuevas conquistas ni aun pretenderlas, porque el
rey Huáscar quedó atajado por la parte septentrional con el reino de Quito, que
era su hermano, por donde había nuevas tierras por conquistar; que las otras
tres partes estaban ya todas ganadas,
desde las bravas montañas de los Antis hasta el mar, que es Oriente a Poniente
y al mediodía y tenían sujetado hasta el reino de Chile. 4
¿Huáscar nació en el Cusco? En referencia a
este tema, Edmundo Guillén Guillén dice: Ahora
bien, iguales dudas surgen sobre el posible lugar de nacimiento de este
príncipe, pues las referencias que consignan los cronistas son insuficientes
todavía para formarse un criterio histórico. Sarmiento de Gamboa, el cronista más
autorizado en la historia política de los incas, dice que Thupa Kusi Wallpaq
nació en Guascarquiguar a cuatro leguas y media del Cusco, mientas que el fraile Martín de
Murúa, ubica el nacimiento en las vecindades de la laguna de Mohina y el R.
Francisco de Ávila, en una nota al texto del cronista peruano Pachacuti Yampi
Salcamayhua, afirma a su vez, que este príncipe nació en la localidad de Guascarpata en las
vecindades de la laguna Mohina. 5
Pero,
¿por qué Atahualpa no se presentó ante su hermano Huáscar cuando fue invitado
para participar de los funerales de Huayna Cápac? El inca Garcilaso ha
elaborado una respuesta: Atahualpa
respondió que era mucha felicidad para él saber la voluntad del inca para
cumplirla; que él iría dentro del plazo señalado a dar su obediencia, y que
para que la jura se hiciese con más solemnidad
y más cumplimiento, suplica a su majestad le diese licencia para que
todas las provincias de su estado fuesen juntamente con él a celebrar a la
ciudad del Cusco las exequias del inca Huayna Cápac, su padre, conforme a la
usanza del reino de Quito y de las otras provincias; y que cumplida aquella
solemnidad harían la jura, y sus vasallos conjuntamente. Huáscar inca concedió todo lo que su hermano
le pidió, y dijo que a su voluntad ordenase todo lo que para las exequias de su
padre quisiese; que él holgaba mucho se hiciesen en su tierra, conforme a la
cultura ajena, y que fuese al Cusco cuando bien le estuviese. Con esto quedaron
ambos hermanos muy contentos, el uno muy ajeno de imaginar la maquinación y
traición que contra él se armaba para quitarle la vida y el imperio, y el otro
muy diligente y cauteloso, medido en el mayor golfo de ella para no dejarle
gozar de lo uno ni de lo otro. 6
4.- Inca Garcilaso de la vega. Los Comentarios reales. Edi.Mantaro.
Págs. 185, 188. Lima. 2012.
5.- Edmundo Guillén Guillén. Ensayos de Historia Andina. 1. Los incas y el inicio de la guerra de
reconquista. Academia de Historia del Perú Andino. UAP. Pág. 330. 2005.
Lima.
6.- Inca Garcilaso de la vega. Los Comentarios reales. Edit.Mantaro.
Págs. 190, 191. Lima. 2012.
El
inca Garcilaso de la Vega, se ha convertido desde hace muchos años en el
principal oráculo y fuente de referencia
permanente, a tal punto que sus versiones se repiten textualmente cuando se
trata de la historia de los incas. Así, Huáscar resulta sabio, tolerante y gran
administrador. Atahualpa, receloso, desconfiado y calculador. El siguiente
texto de Garcilaso es bastante ilustrativo:
Huáscar inca confió en las palabras de su hermano, y mucho más por la
experiencia tan larga entre aquellos indios había del respeto y lealtad que al
inca tenía en sus vasallos, cuando más sus parientes y hermanos. Por lo
cual, no solamente no sospechó Huáscar
inca cosa alguna de la traición, sino antes, con gran liberalidad, mandó a que
les diesen abastecimientos y les hiciese toda buena acogida como a sus propios
hermanos que iban a las exequias de su padre y hacer la jura que le debían. Así
se tuvieron los unos con los otros: los de Huáscar, con toda la simplicidad y
bondad que naturalmente tenían; y los Atahualpa, con toda la malicia y cautela
que en su escuela habían aprendido. 7
Hasta que la guerra civil entre Huáscar y
Atahualpa se desarrolló en dos fases: la primera entre 1529 a 1530 y la segunda
entre 1531 a 1532. Los hechos han sido debidamente detallados por varios
cronistas y no hace falta referirse puntualmente a ellos. Sin embargo, hay
cronistas a favor de Atahualpa que lo tildan de traidor y, a Huáscar lo
presentan como víctima de una conspiración infraterna.
Edmundo Guillén Guillén, estudió la llamada
guerra civil y dice: Esta guerra como
queda establecido, tiene su punto de partida en la negativa de Atahualpa de
constituirse en el Cusco. Negativa que por atentar contra la autoridad del
Estado merecía ser castigada ejemplarmente. Es por esa razón, que Huáscar Inca, que comprensivamente había
dilatado este rompimiento, muy a su pesar, resolvió adoptar una firme actitud
contra su rebelde hermano, quien para resistir a su mandado había logrado el
apoyo de las comarcas a su cargo, de los mitmacuma, e incluso de los propios jefes
de las guarniciones de las destacadas en esa región.. 8
Lo que significa que Atahualpa, construyó un
poder militar paralelo al de Huáscar, no
expresamente para ser inca o dividir la administración del Tahuantinsuyo, sino
para ser reconocido como un administrador incaico con un poder militar propio.
Según Guillén Guillén, el Tahuantinsuyo
tenía tal solidez administrativa que cualquiera de los hermanos hubiera gobernado
desde Cusco u otro lugar. Quito no tenía la importancia política que algunos
cronistas le han otorgado sino Tumibamaba. Es
decir, - afirma el historiador - cualquiera
hubiera sido la capital que para que su futuro gobierno escogiese, de triunfar
Atahualpa, en nada hubiera afectado la unidad del imperio incaico. A nuestro
criterio; los hechos expuestos demuestran
que en la rebelón de este príncipe no hubo un determinado propósito
separatista; ni debe entenderse que la guerra iniciada, fuese una guerra entre
quiteños y cusqueños, sino
7.- Inca
Garcilaso de la vega. Los Comentarios
reales. Editorial Mantaro. Págs. 191. Lima. 2012.
8.-
Edmundo Guillén Guillén. Ensayos de
Historia Andina. 1. Los incas y el inicio de la guerra de reconquista. Academia
de Historia del Perú Andino. UAP. Pág. 350. 2005. Lima.
simple y llanamente una lucha de dos
hombres, por lograr el poder del imperio. 9
Pero
sobrevino la invasión española y Atahualpa tuvo una conducta ejemplar.
En efecto,
Guillén demostró que no hubo rescate sino chantaje, expoliación, usurpación,
daño físico, saqueo y despojo. El historiador escribió: La cuestión debe ser investigada a fondo, porque, la simple lectura de
los cronistas, se desprende la natural sospecha de que Atahualpa no parece ser
el único culpable de infausto sacrificio de Huacar Inca. Pues sabemos que
muerto él, la inmolación del príncipe prisionero era inevitable y ambas
muertes, estaban a la vista dentro del juego político de los invasores. Esto
explica, a la vez, la premura de Pizarro para fraguar un inca títere en la
persona del pusilánime Tupa Huallpa, muerto después sin pena ni gloria en el
silencio de la intriga y la coartada política. 10
Durante mucho tiempo, la mayoría de
historiadores oficiales ecuatorianos como también algunos peruanos, han
aseverado que Atahualpa nació en Quito, es decir en Ecuador actual. En consecuencia,
se trata de un inca ecuatoriano. Esta tesis equivocada ha fomentado un falso
nacionalismo, pero sobre todo una ruptura en el proceso de la larga duración de
la historia. Sostener la tesis de nacionalidades en los incas no solo es
absurdo sino que se auspicia un criterio errado de la historia. Los cursos
oficiales de Historia del Ecuador, sostienen que Atahualpa fue el último inca
de madre ecuatoriana y en consecuencia se trata de un héroe nacional y no ha
sido reivindicado en la plenitud que merece. Así es cuando se mezcla historia
con ideología y objetivos geopolíticos. Si no veamos.
Enrique Ayala Mora, (que no es mi pariente)
escribe: La
figura de Atahualpa ha sido usada de muy diversas maneras. En el pasado se lo
consideraba un héroe nacional, porque enfrentó y venció a los peruanos, lo cual
se entendía como un antecedente para nuestra reivindicación amazónica. Ha sido visto
como representante del mítico Reino de Quito, y por ello un referente de la
nacionalidad ecuatoriana. Por haber sido el último soberano inca, vencido y
traicionado por los invasores europeos, se lo considera una figura de la
resistencia indígena y de la resistencia popular contra la oligarquía y el
imperialismo. No ha faltado quien lo ha señalado como expresión del mestizaje y
por tanto factor de unidad de un país diverso. Y hasta se ha llegado a ponerlo
de ejemplo de la cristianización de los pueblos aborígenes, ya que el haber
sido bautizado fue un signo de aceptación del cristianismo. 11
Sin embargo, muchos
historiadores peruanos y ecuatorianos no se han dado la molestia de leer el
libro Descendencia de Huayna Cápac cuya
autora es la historiadora Ella Dunbar Temple. Atahualpa como lo prueba Ella Dunbar,
pertenece
9.- Edmundo
Guillén Guillén. Ensayos de Historia
Andina. 1. Los incas y el inicio de la guerra de reconquista. Academia de
Historia del Perú Andino. UAP. Pág. 343. 2005. Lima.
10.- Edmundo
Guillén Guillén. Ensayos de Historia
Andina. 1. Los incas y el inicio de la guerra de reconquista. Academia de
Historia del Perú Andino. UAP. Pág. 362. 2005. Lima.
al linaje cusqueño, fue hijo de una ñusta de segundo rango. La
historiadora peruana estudió detenidamente el linaje cusqueño de Atahualpa como
hijo de Huayna Cápac, cuya momia fue llevada al Cusco. Huayna Cápac le dio una
enorme importancia administrativa a Tumibamba más que a Quito, Ella Dunbar
señala que es un error llamar inca a Atahualpa, pues no gobernó el Tahuantinsuyo
ni fue reconocido como su hermano Huáscar. Atahualpa –dice Dunbar- es un personaje
dual, victimario y víctima, ambicioso y fratricida. No llegó a gobernar, pues
antes lo asesinaron los conquistadores. Muchas veces las relaciones oficiales
de incas no lo incluyen”.
Así, Garcilaso ha sido rectificado,
lo que no quiere decir que se equivocó o tergiversó la historia, escribió según
le contaron o escuchó a testigos como a los actores de la época. No obstante,
seguirá siendo una inagotable fuente de sabiduría, memoria e identidad. Lo que
interesa ahora más que nunca es diseñar un proyecto histórico para el futuro.
El Perú es el único país de América que no tiene desgraciadamente objetivos
históricos nacionales a largo plazo.
(2016)
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