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viernes, 2 de noviembre de 2012

4 DE NOVIEMBRE: LIBERTAD DEL PERÚ Y AMÉRICA



    

El sábado 4 de noviembre de 1780, José Gabriel Túpac Amaru II, inició las acciones revolucionarias para conseguir la libertad e históricamente, iniciar un proceso de  descolonización del Perú y América. No era un día cualquiera sino que se conmemoraba el cumpleaños del rey Carlos III; en consecuencia, se trataba de una  fecha festiva para España y de su inmensa como rica Colonia, el Perú. Particularmente para los peruanos y sudamericanos, es una fecha que significa el primer grito de libertad con derechos políticos y sociales, es también el inicio de un proyecto histórico inacabado, trunco pero no derrotado. El otro proyecto corresponde a la República hispano criolla, con un fuerte acento de coloniedad y dependencia. Se trata entonces, de dos corrientes ideológicas distintas y seguramente que con ocasión del Bicentenario de la Independencia del Perú, habrá tiempo para aclarar y discutir ampliamente sobre este tema tan importante.
En realidad el inicio del acto revolucionario fue postergado, pues debió haberse producido en octubre, pero debido a las torrenciales lluvias, las acciones se pospusieron. Durante el injusto juicio a Túpac Amaru y a quienes participaron en acciones de armas y apoyo, se supo que los actos revolucionarios debieron haberse iniciado mucho más antes, pero José Gabriel esperó hasta el último para “empezar la obra”, de acuerdo a sus correspondencia con su amigo Miguel de Montiel. En el juicio a Túpac Amaru y sus colaboradores, Micaela Bastidas aseveró esta verdad pero además confesó haber estado en desacuerdo con su marido, por no haber tomado el Cusco “a sangre y fuego”, como tampoco escuchado cuando se le dijo que armara un ejército más grande.
¿Por qué precisamente el 4 de noviembre? Todas las actividades oficiales a través de paradas militares, desfiles, misas, ceremonias y reuniones en las plazas, tanto en España como en el Perú, estaban destinadas a reforzar el poder de los reyes en Europa y particularmente en sus Colonias. Era una fecha solemne en la el rey Carlos III, asistía a la misa te deum acompañado de su séquito como demostración de poder político en alianza con la Iglesia. Y que repentinamente en un lugar con tanta historia en el Perú, precisamente ese día “de algarabía por la salud de su majestad”, estallara una declaratoria de guerra y después, se ajusticiara a un corregidor que representaba al rey de España, sin duda causó una gran conmoción social y política.
La bibliografía respecto a los antecedentes de las acciones de Túpac Amaru es abundante, pero no se puede dejar de mencionar el texto Noticias secretas de América, escrito debido al interés particular de Fernando VI. Se trata en síntesis de un informe en el que se puede apreciar que España, necesitaba cada vez más dinero para solventar los gastos de las guerras. Por esa razón, aunque no lo supiera, el corregidor Antonio de Arriaga (como todos los funcionarios), se vio obligado a recorrer su jurisdicción para esquilmar mucho más a quienes ya se habían empobrecido. Arriaga además de que tenía un carácter fuerte, era absolutamente déspota, autoritario y abusivo, su férrea labor de funcionario colonial produjo una marcada antipatía y odio visceral.
El cura de Yanaoca, como fiel servidor del rey y del Papa, precisamente con ocasión del cumpleaños del rey Carlos III, invitó a José Gabriel Túpac Amaru y al corregidor Arriaga a almorzar. Durante el ágape todo transcurrió sin la menor sospecha de lo que ocurría después. De pronto Arriaga adujo estar urgido de retirarse por lo que José Gabriel le ofreció su escolta, aunque en un principio el corregidor se excusó, finalmente aceptó tal compañía y partió con destino a Tinta. Al atardecer un grupo de jinetes lo interceptó y trató de apresarlo, pero logró escapar y esconderse entre una peñolería, una vez ubicado fue detenido y amarrado fue conducido en una mula.
Desde su prisión Arriaga quería saber lo que ocurría, se informó que sería ajusticiado en la horca por ser el representante del rey de España y un corregidor abusivo. Así se inició una acción revolucionaria que sistemáticamente ha sido borrada de la memoria social de muchas generaciones. José Gabriel convocó a  los pobladores de todos los pueblos aledaños y el 10 de noviembre de 1780, el corregidor Arriaga fue ahorcado en la plaza de Tungasuca. Luego hubo un desfile jamás antes visto para ver de cerca de un corregidor ahorcado. José Gabriel, sabía que era una forma de iniciar una acción destinada a organizar un ejército de campesinos empobrecidos. Fue de ese modo como empezó la larga y dolorosa lucha por la libertad del Perú y América. Sin embargo, ahora el 4 de noviembre pasa absolutamente desapercibido y ese hecho tiene su explicación social y política.
¿Cómo se supo del ahorcamiento de Arriaga en el Cusco, Lima y en Buenos Aires? Muchos curas se esforzaron para que al día siguiente se conociera la captura y luego el ajusticiamiento del corregidor, todo aparece en el juicio a José Gabriel. La Iglesia logró controlar no solo las informaciones diarias a través de infidencias, confesiones y “escuchas”, sino que logró dominar el subconsciente colectivo. Sin “servicio de inteligencia” ni policía, “informantes” ni “cuadros especiales”, los virreyes tenían a través de los obispos y curas, el mejor trabajo de información permanente. La Iglesia y los caciques serviles fueron un factor determinante durante la guerra por la independencia. Un ejemplo de cacique con mentalidad colonizada es Mateo Pumacahua, aliado en un principio de la dominación colonial española, aunque después de tomar conciencia política cambió de opinión y conducta.
Lamentablemente, no hay un registro ni referencias a las palabras que en quechua y español pronunció José Gabriel antes y después que se ahorcara  al corregidor, pero sí hay referencias a ellas. Dijo que se procedía de esa forma para iniciar otra distinta forma de vida y convivencia humana, que así terminaba muchos siglos de opresión. Llamó a todos los pueblos a formar un ejército para hacer frente a la más poderosa forma de represión, había que exigir el cese de autoridades, el rey seguía siendo rey de España, la Iglesia gozaría de todas las prerrogativas, poder y ventajas. Demás está decir que el lenguaje era otro así como la mentalidad de la época.
El entusiasmo creció cuando los jóvenes vieron llegar armas, pertrechos y alimentos a Tungasuca, debido a que José Gabriel obligó antes de ajusticiar al corregidor Arriaga para que pidiera al Cusco, por escrito, se le enviara además municiones, ropa y sobre todo pólvora. Fue en ese momento que recién se empezó a formar un improvisado cuerpo de soldados que no sabían cómo manejar las armas. De esa manera Tungasuca se convirtió en cuartel general, lugar al que llegaron personas convencidas que la guerra contra los puka kunkas (cuellos rojos) había empezado. Desde el primer momento José Gabriel contó con la compañía y asesoría de Micaela Bastidas; de su primo hermano, Diego Cristóbal Túpac Amaru y de Antonio López de Sosa, cura de Pampamarca. Mientras se preparaban las tropas campesinas sin uniforme ni instrucción profesional, repentinamente fue fijado en lugares públicos del Cusco, un documento que ha sido muy poco analizado por los historiadores prohispanos y criollos.

BANDO DE TÚPAC AMARU: LIBERTAD DE LOS ESCLAVOS

Don José Gabriel Túpac Amaru, indio de sangre real de los Incas y tronco principal.

Bando de 16 de Nvbre. de 1780 para el Cusco para que
desamparen  los chapetones  ofreciendo  libertad a los esclavos.

Hago saber por éste a los peruanos vecinos estantes  y habitantes de la ciudad del Cusco, paisanaje de españoles y mestizos, religiosos de todas las que contiene dicha ciudad, clérigos y demás personas distinguidas que hayan contraído amistad con la gente peruana concurren en la distinguida empresa que hago favorable al bien común de este reino por constarme las hostilidades y vejámenes que se experimenta de toda gente europea, quienes sin temor a la majestad divina ni menos obedecer las Reales Cédulas de número, natural Señor, enteramente han preparado los limites de la paz y quietud de nuestras tierras haciendo vejámenes y agravios, aprovechándose del bien común dejando aun perecer a sus nativos. Y como cada de por sí tiene experimentado el riguroso trato europeo, en esta virtud han de concurrir sin excepción de penas a fortalecer la mía, desamparando totalmente a los chapetones y aunque sean esclavos a sus amos con aditamento de que quedarán libres de la servidumbre y esclavitud en que estaban y faltando a la ejecución de lo que aquí se promulga, experimentarán los contraventores el rigor más severo a causa de su desidia, indefectiblemente sean clérigos, frayles o de otra cualquier calidad y carácter.  Y para que ninguno alegue ignorancia, mando se fijen estos carteles en los lugares públicos de dicha ciudad. Es fecho en el Santuario de Tungasuca, provincia de Tinta en 16 de noviembre de 1780
José Tupa Amaru Inca

Esta determinación, mejor dicho actitud política como ideológica, hizo que el virrey decidiera armar un gran ejército para combatir a José Gabriel, pero sobre todo escarmentar para que nunca más nadie se atreviera a “desafiar a la autoridad del rey y del Papa”. Se ha dicho que la suma de varios errores tácticos y más en la guerra, finalmente determinaron la derrota de Túpac Amaru, pero las últimas investigaciones han convencido que esperaba una “gran ayuda” que llegara de Lima. Sin duda dinero y armas, pero sobre todo personas que se hicieran cargo específicamente de dirección de la guerra, pero nunca llegaron. Así se explica ahora por qué José Gabriel se retiró después de jaquear al Cusco, abandonar el terreno que había ganado y sobre todo, demorado tanto tiempo en formar un gran frente de guerra de aniquilamiento.

El sistema de educción peruana no ha sido elaborado por los maestros peruanos y menos por el Ministerio de Educación y sus “asesores”, sino por organismos internacionales que controlan el poder del capital. De modo que la ideología colonial que transmite y que pretende perpetuar no tiene en cuenta a las gestas libertarias que empiezan con Manco Inca. Entonces, menos se interesará por el significado y trascendencia de la revolución liderada por José Gabriel Túpac Amaru II. En los cursos de Historia del Perú oficial, desde primaria hasta la universidad, cada vez y de forma gradual pero efectiva, Pedro Vilcapasa, Bartolina Sisa y Túpac Catari ni aparecen. Menos aún la tragedia humana de los hijos de José Gabriel: Hipólito, asesinado en el cadalso; Mariano, desterrado, muerto en pleno viaje al destierro y Fernandito que sobrevivió y soportó una horrenda carcelería en España.
Un personaje injustamente olvidado, que pudo haber sido el inca rey de América y trasladado al Perú, el primer gobernante peruano, se llama Juan Bautista Túpac Amaru Monxarrás, hermano menor de José Gabriel. Desterrado a perpetuidad, fue milagrosamente rescatado de la prisión de Ceuta (España), donde fue confinado. Llegó a Buenos Aires hacia 1818 y fue acogido por su ex compañero de presidio Juan Bautista Azopardo. Manuel Belgrano lo propuso como inca rey de América con el apoyo del general San Martín, pero más pudo la oligarquía de Buenos Aires. El gobierno de las Provincias Unidas, que después conformó la República Argentina, le otorgó alojamiento y una pensión para que escribiera sus Memorias, las mismas que todos los niños peruanos y sudamericanos debían leer. Más aún los Ministros de Ecuación y Cultura que no les interesa y seguramente que jamás escucharon hablar de un documento que se llama:
EL DILATADO CAUTIVERIO, BAJO EL GOBIERNO ESPAÑOL DE JUAN BAUTISTA TUPAMARU. 5º NIETO DEL ÚLTIMO EMPERADOR DEL PERÚ (1824) el mismo que empieza así:
A los 80 años de edad, y después de 40 de prisión por la causa de la independencia, me hallo trasportado de los abismos de la servidumbre a la atmósfera de la libertad, y por un nuevo aliento que me inspira, animado a mostrarme a esta generación, como una víctima del despotismo que ha sobrevivido a sus golpes, para asombro de la humanidad, y para poderle revelar el secreto de mi existencia como un exquisito y feroz artificio que se transmitían los tiranos para tener el placer de amargarla. Tres reyes españoles se han complacido igualmente en verme arrastrar una existencia desgraciada y humilde; ya se había perdido la tradición del motivo de mis cadenas, y hasta las instituciones casi todas se hallaban alteradas por la acción del tiempo y la distinta sucesión de monarcas, y solo era conservado sin libertad para su recreo. Este ejemplo de la ferocidad de los reyes habría quedado oculto entre los tantos que el peso de su poder sofoca, si la conflagración universal con que la humanidad hace temblar sus tronos, no hubiera disminuido el poder del que actualmente reina en España. A este movimiento de la naturaleza debo una libertad que jamás hubiera adquirido de otra manera; a los hombres que animan esta nueva marcha del mundo mi gratitud y los más vivos deseos porque terminen la obra de las luces; y a todos, la historia de mis sufrimientos”.

En fin, el 4 de noviembre de todos años, el Estado Peruano debería organizar en todas las escuelas, colegios, universidades, centros laborales e instituciones públicas un homenaje a José Gabriel Túpac Amaru II. Empezar por reeducar el imaginario colectivo, abandonar el esquema colonial de la educación para formar nuevas generaciones sin traumas históricos. Por supuesto, editar por lo menos la Memorias de Juan Bautista Túpac Amaru. ¿Lo hará? No. Esa renuncia a educar con base a la verdad histórica es grave, peor aún si se forma niños y jóvenes con una falsa memoria social, sin identidad ni valores humanos, cívicos, patrióticos y menos valores humanos. Esa es una acción pedagógica e histórica, una causa por la que habrá seguir luchando.

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