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martes, 29 de abril de 2014

VARIANTES DEL CASTELLANO EN EL PERÚ





El castellano, más propiamente idioma español, se habla en el Perú desde El ataque e invasión del imperio hispánico al Perú, tal como titula un libro de Virgilio Roel Pineda. 1 Lo que nos exime de explicar un suceso cruel, inhumano y traumático que no ha sido debidamente debatido. Es decir, desde desde 1532 hablamos compulsivamente español con sus respectivas variedades dialectales. Ahora, se trata de una población compuesta de 26 millones 152 mil 665 habitantes según el INEI,  2  de la cual habla español el 83,92, quechua 13,21; aymara y 1,76; lenguas aborígenes 0,91 %. El español de la invasión hispana tenía componentes de los dialectos extremeño, andaluz, canario, además del castellano.
    El castellano era hablado por funcionarios españoles y mestizos, pero con el correr del tiempo y la historia, el español se convirtió en el idioma de la cultura dominante. En cambio el quechua, jaqaru, aymara y lenguas de los pueblos de la Amazonía, en idiomas cautivos y dominados. En el siglo XXI, el español que se habla en el Perú difiere del español que se habla en España, debido a las variantes cuyas vertientes son el español peruano andino,  ribereño, andino-ribereño o neolimeño, amazónico, ecuatorial y español ecuatorial o colombiano-ecuatoriano, chocoano o costeño.
    Durante el siglo XX se produjo un gran movimiento de orden cultural e ideológico, para que las comunidades campesinas quechuas y aymaras, tuvieran acceso a la educación oficial. Pero más específicamente a fin de que los niños a través de la escuela oficial, aprendieran a leer, escribir y hablar  español y no fueran discriminados ni expoliados como sus padres y abuelos. Ese hecho produjo la creación de sistemas de grafías con el uso de la gramática española, hasta que finalmente se optó el sistema de escritura del Sistema Fonémico Universal. 3 Así terminó un tiempo de anarquía y ahora escribimos quechua, aymara, jaqaru y lenguas amazónicas con absoluta propiedad, libertad e independencia.
    En lo que se refiere al español que se habla en el Perú, en 1978 el maestro Alberto Escobar 4 en su precursor libro Variaciones lingüísticas del castellano del Perú, planteó un  “Esquema de zonificación: No obstante el sentido de este último punto, – decía en referencia a su anterior reflexión - quisiéramos explicar que las variedades del tipo 1, castellano andino, cubre aproximadamente la zonificación geográfica siguiente:
A.- Castellano andino propiamente dicho, los valles andinos e interandinos de Norte y Sur, incluyendo por razones migratorias Madre de Dios.
B.- Castellano altiplánico corresponde en sentido lato a Puno.
C.- Variedad del litoral y Andes Occidentales sureños, se extiende en la superficie de Moquegua y Tacna, más o menos.
    La variedad del tipo 2 ribereño o no andino, tiene por demarcación aproximadamente la siguiente:
a.- El castellano del litoral norteño y central, la franja costanera del Norte hasta Chala, un tanto más, o un tanto menos.
b.- La variedad amazónica comprende la hoya de ese nombre, básicamente Loreto y San Martín y sus prolongaciones en Amazonas y Huánuco.
    A estas alturas del trabajo solo tenemos seguridad de una cosa, aquí se propone una tarea que merece ser perfeccionada y proseguida”. 5  
    En efecto, el español andino se habla a lo largo de la cordillera de los Andes, tanto en ciudades importantes como en pequeños pueblos y el medio rural. Tiene la influencia del quechua y en el altiplano del Collao, el aymara. Desde los predios de la lingüística, se trata de una variación dialectal debido a la concurrencia de la memoria histórica, geografía física como sucesos socio culturales, y diferencias fonológicas que se nota en la segunda persona. Por eso, es explicable el leísmo / loísmo / laísmo que aparece en la construcción de expresiones interrogativas,  cuando emergen las diferencias léxicas. Por ejemplo: ¿Qué diciendo habrá venido? (Se usa el verbo al final de la frase). En vez de decir: ¿Por qué razones habría venido?
    El quechua y aymara solo tienen tres vocales que son a-i-u. En cambio el español tiene cinco. La construcción gramatical de una expresión lógica en español es sujeto-verbo-complemento. En cambio en quechua y aymara: sujeto-complemento-verbo. Es así como se explica la diglosia en lugares donde se hablan además varias lengua originarias como en Puno. La diglosia viene a ser la expresión en español con las tres vocales o de acuerdo a la construcción semántica de los idiomas andinos. En el aspecto fonológico aparece un tiempo lento y ritmo característico con acentuación grave y asibilamiento. La pronunciación es concomitante al quechua y aymara, en el aspecto morfosintáctico se produce la confusión y unificación del género y número, se abusa de los diminutivos –ito –ita. Se duplican los posesivos, hay ausencia de artículos o su empleo es redundante, se usa la preposición ‘en’ frente a  adverbios locativos, como “nomás” y “pues” luego del verbo, entre otras características.
     En el año 2003, Rodolfo Cerrón-Palomino advirtió que: “Hay variantes lingüísticas en el país, especialmente en la región andina, que a simple vista podrán ser –de hecho lo son –considerados como dialectos del español peruano. Sin embargo, miradas con más detenimiento, más bien parecen ser formas que reúnen características de verdaderas variedades criollas o cuasi criollas. En efecto, si bien el léxico de dichas hablas proviene del español a excepción de los préstamos quechua comunes, su sintaxis es, por lo contario, francamente quechua: de allí un acento peculiar, considerarlos como “español” sería un grave error, pues les estaríamos desconociendo su propia gramática, es decir, su propia organización interna” 6
    El sociolecto andino viene a ser una variación lingüística social con la concurrencia de las culturas quechua y aymara, está supeditada a la participación de hablantes ya sean aymaras, quechuas o mestizos. El registro corresponde a las diferencias de usos lingüísticos según el lugar donde se hable quechua, aymara y español. De modo que tampoco hay un solo español andino-altiplánico, sino varía según la clase social, formas de trabajo, factores sociales y económicos de los actores.
    Como no hay idiomas y culturas que no se renueven porque todo está en movimiento y el desplazamiento es continuo; los cambios lingüísticos, restructuración, asimilación y préstamos ocurren permanentemente. La variación sociolingüística se produce con más fuerza en la fonología. Sin embargo, las continuas innovaciones lingüísticas, dependen de la concurrencia de la forma de hablar de quienes tienen acceso a la cibernética, circuitos de comercio, rutas de turismo y medios de comunicación. Los centros de estudios, núcleos de trabajo, profesiones y ciudades producen términos y expresiones que son asimilados pueden quedarse un tiempo hasta que hayan cumplido su objetivo: comunicar.    
    Como afirma Anna María Escobar: “La lengua es siempre sincrónica en el sentido de que funciona sincrónicamente, o sea, en el sentido de que se halla siempre sincronizada con sus hablantes, coincidiendo su historicidad con la de ellos... [El] sistema es en sí inmutable en el sentido de que no tiene en sí mismo la causa del cambio ni se desarrolla de por sí: el sistema no evoluciona, sino que se hace por los hablantes, de acuerdo con sus necesidades expresivas... [La] lengua cambia sin cesar, pero el cambio no la destruye y no la afecta en su ser lengua, que se mantiene siempre intacto. Ello sin embargo, no significa que el ser sistema sea independiente del cambio, sino todo lo contrario... el cambio en la lengua no es ‘alteración’ o ‘deterioro’... sino reconstrucción, renovación del sistema, asegura su continuidad y su funcionamiento”. 7 
    De modo que bien podríamos decir: ahora se habla aymarañol y quechuañol, pero también castillanumara y castillanuschua, a esas variantes dialectales desde la academia se les conoce como español andino. Los aportes desde Alberto Escolar hasta Alfredo Torero, para mencionar solo dos nombres importantes, han sido valiosos. Sin embargo, no es posible entender en su real dimensión y riqueza expresiva al aymarañol, (español andino altiplánico) ni al quechuañol, sino se tiene en cuenta las características lingüísticas del aymara y el quechua. Se trata de idiomas cuya categorización de la morfología tipológica se caracterizan por ser fusionantes y aglutinantes.  
     La más alta expresión del uso del quechuañol es la Nueva crónica y buen gobierno de Huaman Poma de Ayala. Pero el desarrollo del quechuañol y aymarañol en la Literatura Latinoamericana está El pez de oro de Gamaliel Churata. Ese libro demuestra no solo la magia del lenguaje, la riqueza expresiva literaria y evolución dialéctica del español andino, sino que está escrito desde la cosmopercepción, 8 la jaqisofía y runasofía. 9 Menos mal que Churata ya no es un desconocido, sino uno de los más grandes escritores del siglo XX en América Latina. 
      

            EL CASTELLANO Y EL NIÑU MANUYLITU  10

    Una tarde de un domingo cuando regresábamos de Cojata 11 a la hacienda Ch’axaña, 12 donde mi padre trabajaba, encontramos a comuneros visiblemente mareados que se disponían ahorcar a un abigeo. Tenía una soga en el cuello, las manos y pies sujetados con lazos. Como mi padre hablaba aymara y reconoció que eran pastores cordilleranos, 13 les preguntó qué había sucedido.
     - No te hemos llamado. No te metas - dijo el que parecía dirigir el inminente ahorcamiento.
     - Yo lo conozco a quien van a matar. Si ha cometido algún delito, vamos a entregarlo a las autoridades – respondió – mi padre.
    - Sigue tu camino si no quieres que te pase lo mismo – intervino - un joven.
    Todos los comuneros agarraron piedras esperando que alguien arrojara la primera para seguir los otros.
    En eso mi padre se dirigió al anciano que estaba sentado y vestido con un poncho wayruru, 14 cuyo color y flores en el sombrero significa que es una autoridad comunal.
-         Jach’a suma marani, jumampiwa parlaña munta.
    (Quiero hablar contigo, tú eres autoridad grande y respetada).
     El marani 15 levantó la mano derecha y los comuneros soltaron las piedras. Se paró, caminó con dificultad porque además de jorobado, era rengo.
-         ¿Kunatakiwa jawsista? Jumaxa mä misti q’arakitawa.  
     (¿Para qué me llamas? – dijo. Tú no eres más que un mestizo expoliador).
     Mi padre lo saludó y le alcanzó una bolsita tejida llena de coca fresca aromática de Pelechuco 16  para que se sirviera. Luego le hizo ver que había mucha gente mirando desde lejos y los culpables irían a la cárcel por lo menos quince años por ajusticiar al abigeo. Solo después de hablar con evidente consideración y respeto, le preguntó:
-         ¿Kamacharaki? ¿Kunata aka wayna jiwayaña munapta?
        ¿Qué ha pasado? ¿Por qué quieren matar a este joven?
      El marani respondió que era un acuerdo, que en la última visita a la capilla de la comunidad, el cura había advertido que si alguien moría, sin pedir perdón con cinco palabras en castellano, pagaría una fuerte multa y además iría a quemarse al infierno.
          -  Pero, ¿qué tiene hacer este joven en eso? ¿Por qué tienen que matarlo? – preguntó mi padre.
         -  Como sabe castellano, vamos a cambiarle el alma por el del comunero agonizante y así se presentará ante el Padre creador – 17  respondió el marani.
     Mi padre le dijo en aymara: ¡Mentira!, el Padre creador habla más aymara que castellano, los mistis 18 hemos llegado recién, en cambio ustedes están aquí desde antes que los españoles trajeran al Niño Manuylitu.
        El marani habló con los comuneros y dejaron libre al joven que estaba a punto de ceder el alma a otra persona solo porque hablaba castellano. 
            


Nota adicional:
Características lingüísticas del aymara:
1.- Es gutural debido a que posee cuatro sonidos posvelares (q, qh, q’, x), recursos que no hay en español.  2.- Sufijante, cuando varios elementos con significado se unen para formar una sola palabra. Por ejemplo: warmijampikuska: juntamente con mi mujer.  
3.- Aglutinante, debido a que varios elementos con significado se van juntando para formar una sola palabra. Por ejemplo: tantasipxaniñaniwa: vamos a reunirnos todos, pero cuyo contenido semántico dice mucho más. Una sola palabra en aymara puede significar más que en español. 4.- Trivocálico. El quechua y el aymara fonológicamente tienen solo tres vocales cardinales: a, i, u, pero fonéticamente más de diez, dependiendo si se pueden pronunciar más cerradas o abiertas debido a las consonantes vecinas. Sin embargo, el significado no cambia careciendo de valor fonológico. En la pronunciación es más notorio cuando las vocales cerradas como i – u se anteponen o posponen a las consonantes posvelares. Estas son pronunciadas de modo más abierto y de modo condicional.  5.- Tiene consonantes oclusivas, aspiradas y glotizadas. Las aspiradas se  refieren a la aspiración del aire en la pronunciación, mientras que la glotilización consiste en cerrar el paso del aire en forma momentánea en la calidad bucal. 6.- El acento aymara es prosódico y fijo en la penúltima vocal de la palabra, resultando así que las palabras son generalmente llanas o paraxítonas. 7.- Es polisémico debido a que una palabra puede tener varios significados. Las metáforas y la construcción de la ficción son maravillosas, acorde a la cultura y cosmopercepción aymara. 8.-  Los verbos “tener, ser y estar”, se expresan mediante sufijos aymaras y de ninguna manera valen de modo independiente. 8.-  Los verbos “tener, ser y estar”, se expresan mediante sufijos aymaras y de ninguna manera valen de modo independiente. 9.- La estructura básica de la oración se escribe así: Sujeto-complemento-verbo. En cambio en español: Sujeto-verbo-complemento.10.- Las oraciones pueden estar marcadas solo por sufijos oracionales, aunque no esté presente el verbo. 11.- Los artículos determinados, como las preposiciones y conjunciones, resultan elementos aparte como en el español, pero se expresan por medio de morfemas o sufijo que se adiciona a las palabras.

1.- Virgilio Roel Pineda. Se formó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,  como economista, contador público, doctor en Ciencias Económicas. Fue funcionario en centros de formación universitaria en su universidad. Fue profesor emérito en la Universidad San Luis Gonzaga de Ica, en la Universidad Técnica del Altiplano. Falleció en Lima, el 27 de junio de 2013. Fue coordinador del Movimiento Indio Peruano. Ha publicado más de cincuenta y cuatro libros  sobre temas económicos, políticos, sociales, históricos y militares. Desde “El sendero de un pueblo” 1955, “Problemas de la Economía Peruana” 1959, “Historia Social y Económica de la Colonia”, 1970, “Los Libertadores” 1971, hasta “Cultura Peruana e Historia de los Incas” 2001, “La crisis general de la Globalización”, 2006. En su mayoría de sus libros descartan repetir las tesis y argumentos de la historia oficial.
2.- Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se trata de un organismo constitucional autónomo. Tiene a su cargo dirigir los sistemas nacionales de estadística y de informática del país, como también de los censos de población, de vivienda, de empresas, agrarios y universitarios. Dirige Sistemas Nacionales de Estadística e Informática.
3.-Alfabeto fonémico universal. En resumen viene a constituir un sistema de notación fonética, cuyo fin consiste en dotar de modo preciso, regularizar,   y único la representación de los sonidos de cualquier lenguaje oral. Este hecho ha facilitado que los lingüistas, logopedas y terapeutas, docentes de lenguas extranjeras, lexicógrafos y traductores, adapten el sistema para las diferentes lenguas no oficiales. Los símbolos del Alfabeto Fonético Internacional se dividen en tres categorías: letras, indican sonidos “básicos”; diacríticos, especifican esos sonidos y suprasegmentales, indican cualidades tales como velocidad, tono y acentuación. El Alfabeto Fonémico Universal que tiene las mismas características fundamenta ha sido importante para escritura de las lenguas originarias. 
Alfabeto Fonético Internacional. En resumen viene a constituir un sistema de notación fonética, cuyo fin consiste en dotar de modo preciso, regularizar,   y único la representación de los sonidos de cualquier lenguaje oral. Este hecho ha facilitado que los lingüistas, logopedas y terapeutas, docentes de lenguas extranjeras, lexicógrafos y traductores, adapten el sistema para las diferentes lenguas no oficiales. Los símbolos del Alfabeto Fonético Internacional se dividen en tres categorías: letras, indican sonidos “básicos”; diacríticos, especifican esos sonidos y suprasegmentales, indican cualidades tales como velocidad, tono y acentuación. El Alfabeto Fonémico Universal tiene las mismas características fundamentales. Ha sido importante la adopción de este sistema para escritura de las lenguas originarias. 
4.- Manuel Alberto Escobar Sambrano (Lima 23/11/1929 - Framingham 2000). Poeta,  crítico literario, filólogo, lingüista, docente peruano. Estudió en el colegio italiano-peruano Antonio Raimondi y en la Universidad de San Marcos, en la Facultad de Letras. Luego una especialización de filología románica en la Universidad de Florencia y filológica en la Universidad de Madrid  así como en la de Universidad de Múnich, donde se doctoró en 1958. En 1958 empezó a trabajar en San Marcos como profesar en las cátedras de Introducción a la Filología Románica, Interpretación de Textos Literarios, Teoría y Análisis Lingüísticos. Es el fundador del CILA, impulsó estudios sobre lenguas diversas y dirigió dicho centro. Fue decana de la Facultad de Letras, virrector de San Marcos, fue declarado profesor emérito. Obras publicadas: 1958, Cuentos peruanos contemporáneos.  1960, La narración en el Perú.  1964, Prólogo y Bibliografía complementaria a la versión en español de "Lenguaje" de Leonard Bloomfield. 1965, Patio de Letras (Primera Edición). 1970, La partida inconclusa. 1972, Patio de Letras. 1972, Lenguaje y discriminación social en América Latina. 1972, Cómo leer a Vallejo. 1972, El reto del multilingüismo en el Perú. 1973, Antología de la poesía peruana (2 volúmenes). 1975, Escobar, Alberto, José Matos Mar y Giogio Alberti.  Perú: ¿país bilingüe? 1978, Variaciones sociolingüísticas del castellano en el Perú. 1984, Arguedas o la utopía de la lengua. 1986, II Antología General de la Prosa en el Perú: Del siglo XVIII al XIX. Lima. 1993, La serpiente de oro o el río de la vida. 1995, Patio de Letras 3 (Tercera Edición).  1996, En pocas palabras. 1997, Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma. 1999, Patio de Letras.
5.-  Alberto Escobar. Variaciones lingüísticas del castellano del Perú. Págs. 58-59. Talleres Industrial Gráfica, Lima, 1978.
6.- Rodolfo Cerrón Palomino. Castellano andino. Aspectos sociolingüísticos, pedagogía y gramaticales. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Pág. 26, 2003. Lima.    
7.- Contacto social y lingüística. Biblioteca Digital Andina. Obra suministrada por la Pontificia Universidad Católica del Perú.  
8.- Cosmopercepción. Usamos esta palabra que expresa mucho más de la que deriva: cosmovisión.  
9.- Jaqisofía y runasofía. Los términos jaqi y runa proceden del aymara y el  quechua que significan: ser humano. Son préstamos de la palabra filosofía.  
10.-  Niñu manuylitu. Nombre del niño Jesús en español andino altiplánico. Los comuneros pastores aymaras de Cojata (Provincia de Huancané, departamento del Puno), acostumbraban sacar al niño Jesús del templo en los primeros días de diciembre, para llevarlo a las cabañas (antes a las haciendas) y rendirle pleitesía, hacer fiestas y bailar. Luego, el 24 llevarlo a Cojata y después de la misa del 25 bailar por todo el pueblo.      
11.- Cojata. Distrito de la provincia de Huancané.
12- Ch’axana. Exhacienda de propiedad de la familia Cordero.
13.- Cordilleranos. Se llama así a los comuneros que viven al pie de la cordillera, crían alpacas.
14.- Wayruru.- Semilla cuyo color es negro y rojo, un poncho wayruru es usado generalmente por una autoridad de la comunidad.
15.- Marani. Autoridad comunal democráticamente elegida, para que se encargue de vigilar la abundancia de cosechas y procreación de animales.  
16.- Pelechuco. Pueblo ubicado  en el Departamento de La Paz en Bolivia, sede la municipalidad de Pelechuco, la segunda sección municipal de la provincia Franz Tamayo. La coca de Pelechuco era muy apreciada para el chajcheo de parte de los pastores de la cordillera. Llegaban a Cojata los días domingo muchos comerciantes y personas dedicadas al canje de coca por productos de la zona: carne, lana sebo, menudencias, chalo, etc. Etc. Esa coca era dulce, fresca, aromática con hojas enteras.
17.- Padre creador. De acuerdo a la cosmopercepción aymara, el Padre creador del universo y la vida es el apu qullana. La palabra Dios es un préstamo del español. 
18.- Mistis. Palabra que resulta de un préstamo del español, significa mestizo.

Redescubrimiento del resplandor de la palabra en Cunan





Asistimos a un redescubrimiento del Perú esencial, a una distinta manera de revelar la memoria negada, a entender de nuevo la magia de la palabra y presencia de la perspectiva del tiempo sideral. Estamos de acuerdo con Mario Bunge cuando dice que la filosofía ha muerto y, el fenómeno cultural hay que interpretarlo desde la perspectiva de la cosmovisión. Pero Bunge debería más bien usar la palabra cosmopercepción porque es más amplia y significativa. Ya no se trata de recurrir solamente a la visión del mundo sino a la percepción como instrumento de análisis. De esa manera, también se renueva y amplía la hermenéutica que es la ciencia del conocimiento.
   No se trata de explicar el contenido de Cunan como tampoco hacer una crítica literaria racional y conservadora, sino más bien percibir más allá del contenido de sus textos e ilustraciones. La idea es leer de otra manera una revista que significa el fin de una época fecunda e, irrupción de las dictaduras más oscuras cargadas de odio a la inteligencia y uso de la palabra. Con la desaparición de Cunan el Perú enmudeció por varios años, dejaron de circular también muchas revistas, pero sobre todo, los pintores dejaron de escribir. Entonces, Cunan significa al mismo tiempo insurgencia y clausura. Apertura auroral y silencio generacional, no porque quienes la animaron se retractaran, sino porque la atmósfera se enrareció al extremo.
     Pero bastaron cinco números para que ahora podamos releerlos, gracias al esfuerzo del poeta Manuel Pantigoso en una edición facsimilar, con el apoyo de la Universidad  Ricardo Palma, cuyo rector paradigmático es el Dr. Iván Rodríguez Chávez. Así, Cunan tiene un segundo nacimiento que en realidad viene a ser el primero, porque ninguno de los más importantes  historiadores de la Literatura Peruana, le dieron la importancia que tiene. En consecuencia, estamos frente a un hecho histórico que seguramente permitirá al mismo tiempo, rescribir la historia, reconstruir la memoria, revisar conceptos y reedificar el tiempo sideral. Se trata de un proceso dialéctico continuo, de la necesidad de volver a leer al Perú desde sus soterradas páginas.
    Los cuatro primeros números de Cunan se publicaron en Cusco en 1931 como: “Labor de los artistas peruanos”. Luego uno quinto fue editado en Puno y otro sexto en Arequipa como: “Edición arequipeña”.  De modo que bastaron seis ediciones para tener acceso ahora a una lectura distinta. No fueron solo los escritores que colaboraron sino que los pintores, se expresaron para emitir sus conceptos en torno a una sociedad en pleno cambio. Cunan inscrita en el proceso histórico no fue calca ni remedo de las corrientes vanguardias de Europa, sino una creación con elementos propios desde la andinidad.
   La vanguardia literaria que se expresa en Cunan, se alimenta de tres vertientes: La realidad cotidiana donde lo mágico y maravilloso es cambiante como permanente. El español recibe las aguas de las vertientes y riqueza lingüística del quechua y el aymara. El uso de la cosmogonía y concepción del tiempo andino que no empieza ni termina, sino que volita y es ultraórbico. Los poetas y narradores, se sienten comprometidos a expresar lo que no alcanza a escribir la gran mayoría silenciosa. No se trata de haber usurpado el uso de la palabra, como mal intencionadamente ha señalado, cierta crítica anodina, agresiva  y racista, al afirmar que nada tenían que hacer los escritores mestizos con los problemas de las culturas ancestrales. Como dicen ellos: “El problema social y cultural de los indios”
    Debido a la iniciativa de Manuel Domingo Pantigoso, los pintores decidieron escribir, pero el espíritu que finalmente caracterizó a Cunan fue desafiar a los cánones conservadores e incidir en la necesidad de establecer una polémica abierta. Sintieron que no había una crítica dialéctica alimentada por la cosmoconcepción, terreno desde donde ellos creaban y trataron de redefinir un arte renovador. Estaban conscientes que no serían escuchados y así fue. Han tenido que pasar 83 años para el poeta Manuel Pantigoso, exhuma de la fosa del tiempo cósmico las páginas de Cunan, para que finalmente volvamos a leer y reinterpretar todo cuanto se ha escrito.
    El poeta Guillermo Mercado entendió la ontología como cosmogonía y ubicó a Cunan en el adecuado tiempo literario. Así, en el número 5 “Edición qolla”, señala: “Encargados de la dirección del presente número: Dante Nava, Mateo Jaika, Aurelio Martínez”. El texto se refiere a la significación de la pintura de Manuel Domingo Pantigoso y Mercado empieza diciendo:
    “Crítica no. Interpretación vital, interpretación humana es lo que exijo frente a todo hecho realizado de arte verdadero. Especialmente frente a todo hecho de verdadero arte contemporáneo. Me exijo interpretación para colocarme en la serenidad, el mejor plano espectador para las trascendentes  sorpresas del espíritu, el mejor plano sobre el mundo con su espacio, con su luz, con su clima particular para la liberada movilidad del espíritu y para la más ágil gimnasia del pensamiento. Interpretación que es afirmarse en el centro de la vida, que es gravitar en sí mismo para desplazarse, para prolongarse luego dentro de la ilímite elasticidad de las emociones”.   
    Este texto de Guillermo Mercado es francamente sorprendente, expresa los latidos del tiempo circular, la atmósfera que exigía la renovación del lenguaje y la crítica. La necesidad de una creación artística con un criterio diferente, frente al centralista hispano-criollo que miraba con desprecio al Perú de la altitud. Guillermo Mercado, no era precisamente un crítico de arte, pero debido a su intuitiva cosmopercepción, pudo no solo entender a Pantigoso, sino que a través de una creadora lectura de su pintura, señaló virtudes que muchos críticos académicos no han visto aún en la grandeza ni cosmogonía de su pintura.           
   Mercado luego dice:
    “Niego en Pantigoso al pintor de la sensación, al expositor simple del colorido técnico y de contraluz logrado; afirmo en él el al pintor de la trascendencia, al suscitador del espíritu, al expresador con expresión propia de nuestra oculta pero fuerte sensibilidad indiana. Inocente del secreto efectista, lejos de la lógica proporcional de los planos, ha superado la mezquina realidad bruta de las cosas para darnos un arte condenso de creación, cordializado con la naturaleza, intercambiando los valores humanos”
    Mercado usa la palabra interpretación y no el término explicación. La crítica pictórica oficial peruana, desgraciadamente se empantanó durante  mucho tiempo, llamando a gran parte de pintura peruana, indigenista. Menos mal que ahora la cosmopercepción y la cosmogonía permiten percibir desde una distinta perspectiva la pintura de Pantigoso. Pero no solo la pintura sino la literatura, las ciencias sociales y hasta el propio desarrollo y evolución de la cultura. Por lo tanto, es lícito afirmar que Cunan no solo exigió una distinta crítica pictórica, sino también literaria. Ese fue el mensaje que quiso dejar en su tiempo, pero que ahora recién lo recibimos para renovarnos, para repensar en el Perú esencial.   
   Sin embargo, el ámbito de Cunan no fue solamente el Sur del Perú, sino que en sus páginas escribieron por ejemplo poetas bolivianos como también críticos literarios franceses. Un hecho importante es que se publicaron grabados de madera de Manuel Domingo Pantigoso, Víctor Martínez Málaga, grabados y óleos de Camilo Blas, grabados y dibujos de José Sabogal, Francisco Olazo, Domingo Velasco Astete, Florentino Sosa, Julia Codesido, Francisco Amigheti, Diego Kunurana, Joaquín Chávez, Mateo Jaika, Castro y Araujo, Guillermo Fernán Zegarra, Federico Molina y Vinatea Reynoso.
     En los veinte del siglo pasado, casi todos los escritores eran a la vez ilustradores autodidactas, los  grabados se trabajaban en madera fina o en linolio, de acuerdo al tema y extensión del mismo. Pero también había trabajadores que tallaban después que un pintor dibujaba el motivo. Era normal que los escritores poseyeran un maletín especial de buriles finos y filos. Se trataba de una docena de cuchillas en formas de arco con mango de madera, para desgastar la madera con cada incidencia hasta lograr la imagen ideada. Los textos en tipos en plomo después se distribuían de acuerdo a la caja o espacio de la plancha para imprimir. Hasta que llegaron las ilustraciones en metal y desaparecieron los grabadores.
   Entre los componentes de la generación Orqopata, comentaban que Gamaliel Churata como era un cajista extraordinario desde los catorce años y trabajó como obrero y redactor en Potosí, formado el grupo “Gesta Bárbara” de frente redactaba y componía  sus textos. Manuel Domingo Pantigoso le preguntaba: “¿Cuál es tema?” Mientras Churata cajeaba, Pantigoso dibujaba y burilaba, al cabo de una hora y media, después de hacer las pruebas, impresiones solo con rodillos con tinta, entregaban tanto el texto como la ilustración para su impresión. ¡Qué maravilloso habría sido verlos trabajar juntos! El escritor cosmogónico y el pintor sideral. Los dos geniales artistas de la palabra halada y la pintura en movimiento. A los maravillosos creadores ultraórbicos del siglo XX.                               
    Pero el aporte más importante desde el punto de vista artístico, ideológico y político, consiste en que Cunan contribuyó notablemente con el proceso de descolonización cultural. En otras palabras, demostró que los pintores desde el interior y las altitudes del Perú, eran capaces de crear sin depender de los criterios coloniales ni colonialistas de las metrópolis. Fue un acto colectivo de rebelión contra las dictaduras de criterios, de censores que no entendieron lo que ocurría en la literatura, en la pintura y en general en la cultura peruana.
      Finalmente, si me callo yo mismo no me personaría. Me remordería la conciencia no haber dicho lo que voy a decir. Un alcalde de Arequipa, cuyo nombre no voy a pronunciar por respeto a la memoria del genial pintor arequipeño, decidió retirar la escultura de metal en homenaje a Manuel Domingo Pantigoso que había sido colocada en el Parque Duamel. Después de habérsele declarado desaparecida, la encontramos en un oscuro rincón de un salón de conferencias y allí permanece todavía. Además de ser un hecho injusto como lesivo a la cultura nacional, es un atentado a la memoria y subconsciente colectivo. Habrá que tomar una determinación y convocar a los escritores, intelectuales y artistas para que se repare tan grave acción contra el pintor y animador de Cunan, Manuel Domingo Pantigoso.     

                                                                                      (2014)