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domingo, 16 de mayo de 2021

V. CARTA A MARIO VARGAS LLOSA

 

 

                 V. CARTA A MARIO VARGAS LLOSA

 

                                                                   

    Por tu condición de escritor disciplinado y convicciones de orden ideológico, sabemos que no lees diarios ni revistas de Lima, menos de América del Sur. Tampoco ves la televisión de España. En las mañanas lees y escribes, en las tardes escribes artículos para los diarios o dictas textos sobre temas coyunturales. Pero no es posible que la secretaria que se ocupa en seleccionar lo que debes leer o no, te oculte una información que no debe pasar desapercibida. Es el momento de pronunciarte y no guardes un silencio cómplice, frente a las declaraciones de la señora Susana Iguchi.

    La ex esposa del súbdito Alberto Fujimori y madre de la señora K., recordó con lucidez que fue torturada por Alberto Fujimori. Pero la señora K., trató de desmentir el hecho sin haber logrado su propósito. Escribió: “Gracias má, por haber estado a mi lado, sobre todo en los momentos más difíciles. Más allá de las leyendas urbanas, siempre hemos estado muy unidas, especialmente cuando no podía cuidar a mis hijas. ¡Feliz día má!”.

    ¿Leyendas urbanas? No es verdad. ¿Qué sería si la señora K. como es tu deseo ganara las elecciones? Debes saber que un temor fundado recorre las calles, avenidas, pueblos, villorios, caseríos, comunidades y poblados del Perú. La señora K., de hecho con sus aliados Acuña y López Aliaga instalarían un feroz terrorismo de Estado. Sería una continuación de los gobiernos de Sánchez Cerro, Benavides, Odría, Fujimori y Morales Bermúdez.    

      “Sin embargo, según el Diario Voces– Susana Higuchi no se ha retractado de los testimonios que rindió en tres ocasiones ante dos comisiones investigadoras del Congreso, en las que detalló las agresiones que sufrió por parte del expresidente Alberto Fujimori.

    Como se puede apreciar en la transcripción oficial de las declaraciones de Higuchi, también se refirió al secuestro y encierro en el sótano del Servicio de Inteligencia del Ejército (S.I.E.), adonde se había mudado con entonces su esposo y sus hijos, y a otros episodios relacionados con intentos de eliminación.

    Pero la candidata Keiko Fujimori persiste en la versión falsa de que el caso ha sido archivado. Y añade que el caso de las torturas de las que fue víctima su madre Susana Higuchi, es una ‘leyenda’, como le dijo en una entrevista al periodista Nicolás Lúcar.

Los contundentes testimonios de Higuchi ante el Congreso cuestionan el negacionismo de la aspirante a la presidencia.

La señora Susana Iguchi dijo: Día 1 (29 de octubre 2001), entre diez personas me llevaron al sótano del S.I.E.

–¿Usted nos puede hacer referencia (…) (sobre las) amenazas de muerte y, específicamente, cómo fueron los casos de tortura?

–Sí, sufrí tortura con electroshock en dos oportunidades: una en el año 1992 y otra en el año 2000. El electroshock fue luego de la denuncia de la ropa donada, luego del autogolpe y dentro de esos cuatro meses que me mantuvieron encerrada en el Pentagonito (Cuartel General del Ejército), en el Servicio de Inteligencia del Ejército (S.I.E.), me torturaron con electroshock. Todavía pueden ser visibles ciertas huellas de quemadura hasta en la cara y en todo el cuerpo.

– ¿Eso fue después del autogolpe, más o menos en mayo, junio o julio del 92?

– Quizás mayo del 92. Y la otra fue específicamente el domingo 4 de junio del año 2000, en la U.C.I. (Unidad de Cuidados Intensivos) del Hospital Loayza, cuando ya era congresista electa, más no congresista juramentada. Además, en muchísimas oportunidades y de distinta índole. (…) Por ejemplo, en varias oportunidades me han intentado secuestrar y una de ellas estuvo comandada por el ahora héroe nacional, coronel Valer. Obviamente que él recibía órdenes, me imagino.

– ¿Cuánto cree que habrá durado ese acto de tortura?

– Mientras que me amarraban como Túpac Amaru, hasta que me torturaban y luego me ponían electroshock, no sé. Pero en el Pentagonito fue más o menos dos horas o tres horas. (…)

– ¿Cómo fue que le aplicaron estos electroshocks? ¿A usted la condujeron a determinado lugar en el Pentagonito (Cuartel General del Ejército)? Digamos, ¿previamente la narcotizaron, la cargaron, la empujaron a viva fuerza? (…)

– Sí. Entre 10 personas encapuchadas y con anteojos infrarrojos.

– ¿Violentamente la llevaron?

– Con violencia me llevaron a un sótano (del Servicio de Inteligencia del Ejército, S.I.E.), donde no se podía percibir un ápice de luz y, obviamente, con esos lentes ellos veían más claro en la oscuridad. Yo los pude ver solamente antes de entrar, estaban encapuchados y con los lentes sobre la cabeza y luego adentro ellos se pusieron los lentes, veían, y yo no veía nada. Una tortura terrible, hasta que caí desmayada. Cuando me desperté no sabía dónde estaba”. 1

   Estamos advertidos. Sería terrible Mario que de garante te conviertas en cómplice. La historia comprenderá tus errores pero no tanto que tienes al Perú. Es evidente tu desprecio por las grandes mayorías que han esperado 200 años, para tener acceso al poder. Una forma elocuente de no hablar es también cuando se calla.

 

1.- htps: Diario Voces 2020. Desarrollo web: TM. Creativos.

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